XX: Suspiros en la oscuridad

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Parte 3/3

Un par de horas después, Louis seguía durmiendo sobre su brazo, sin embargo, Harry no podía pegar un ojo en toda la noche, tenía tantas dudas, estaba tan confundido.

¿Estaba haciendo lo correcto? ¿Estaba bien hacerlo?

El estar con Louis semidesnudo ahí en la cama, como acarició el miembro de Louis hace un rato, como se deseaban, si Harry no estuviera tan cuerdo y tuviera tanto autocontrol de su cuerpo y acciones, esa misma noche lo habría hecho suyo.

El cuerpo de Louis lo pedía, él lo sentía, sentía la pasión de sus besos, la forma en que lo acariciaba y la mirada soñadora que le daba.

Louis se entregaría a él si se lo pidiera y le daba miedo.

El joven castaño le había advertido que no deseaba más su lástima y compasión pero él no podía dejarla de un lado, sentía mucha culpa por ese matrimonio, porque si bien fueron sus padres quienes planearon todo, si él no hubiera conocido a Amabella, estaba seguro que se habría enamorado fácilmente de Louis.

Y le habría dado todo lo que ese duque de buen corazón merecía.

Le acarició sus mejillas antes de acercar su rostro a su pecho y darle un beso en su frente.

Louis se envolvió en las cobijas por el frío y se despertó un poco, mostrando sólo la parte derecha de su cara cubriendo el resto con la manta y lo miró, con aquellos preciosos ojos celestes que siempre lo miraban sólo a él.

Harry le dio una sonrisa —¿Qué haces despierto? Aún no amanece, está oscuro— susurró.

Louis levantó su cabeza —¿No ha dormido nada, Alteza?

—Un poco hace un rato— mintió —Luego te he estado cuidando.

Se sonrojó —Duerma usted un poco y yo seré ahora quien le cuide— ofreció con una sonrisa.

Harry se la devolvió —No, no quiero dormir duque— se acercó a sus labios —Quiero acariciarte— mencionó con picardia tocando el abdomen desnudo de Louis.

El castaño jadeó —Tienes las manos frías.

Harry retiró las manos —Disculpe mi duque— sonrió

Louis fue ahora quien llevó sus manos al pecho cubierto de Harry —Déjeme ser yo quien lo acaricie ahora, Su Majestad.

Harry detuvo su mirada en cómo Louis comenzaba a abrir los botones de su camisa, para luego pasar sus manos cálidas por su pecho trabajado.

Cuando la camisa estaba abierta completamente, Louis miró el cuerpo por unos segundos y luego dio un beso corto en los labios de Harry.

Comenzó a bajar por su cuello hasta llegar a los pectorales del príncipe y dejar besos por su abdomen, no fue hasta que Harry lo tomó por su cabeza y lo hizo subir a besarlo.

Fue un beso apasionado, que hizo a Louis desestabilizarse y abrir su boca, esperando la lengua de Harry y lo que podía darle.

El príncipe colocó sus manos en su cintura e hizo que subiera sobre él, luego acarició los muslos de Louis y endureció su agarre en estos.

Sonata de invierno (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora