LOONA DRABBLES & ONESHOTS

Hug me *Yeojin & Olivia Hye*°

De todos los días en que se pudo ir la luz en la compañía debido a una tormenta que apareció de la nada tuvo que ser en el día en el que Hyejoo aceptó practicar conmigo.
Eso fue humillante, ahora que lo recuerdo. Los grandes gritos que salían de mí y la posición en la que me encontraba sentada, con mis abrazos alrededor de mis piernas pegadas a mi pecho, me hicieron ver como una persona patética. ¡Ah, pero eso no fue lo peor! La gran vergüenza fue cuando un trueno sonó y yo desesperadamente grité el nombre de Hyejoo junto con la orden de que me abrazara.

Eso no sería tan descarado si es que se lo hubiese dicho a Heejin o Haseul, o a las chicas que conocía más, que estaban más tiempo conmigo, pero se lo dije, no, grité a alguien que conocía de hace poco, alguien que no sabía como reaccionaria ante mi gran berrinche.

Pero, no tengo que dar tanta vuelta a esa parte, porque esa no fue la que más pena y sorpresa me dio.

Así que ahí estaba, con mis lágrimas a punto de salir y los truenos siendo más constantes. Y de repente sentí calor ajeno y también calor en mis toda mi cara al darme cuenta que era Hyejoo quien estaba arrodillada y abrazándome con fuerza.

—Tranquila, todo va a estar bien.

Dios, que alguien me mate.

Su tacto era tan cálido, no sé si es que así era ella o la ropa la ayudaba, pero tenía que admitir que se sentía bien. Y su voz... usualmente ella habla como si estuviese aburrida del mundo o desinteresada de lo que pasa a su alrededor, pero en ese momento esas palabras que dijo salieron de forma dulce.

—Yeojin, no podemos salir, solo hay que esperar a que todo esto pase —avisó y yo solo asentí con mi cabeza. —Ven, vamos a la pared —me guío y yo me dejé llevar.
Ella se recostó, no sin antes sacarse la casaca que tenía puesta y usarla para cubrirnos a ambas. Dejó la linterna de su teléfono prendida en medio se las dos y mientras mi cabeza estaba encima de su hombro (no sé como llegamos hasta esa posición) ella intentaba hacerme diversas preguntas para poder distraerme.
No supe apreciar todo eso que hizo en su momento, pero ahora que lo recuerdo, ahora que todo el grupo está completo en camino a se segundo álbum, siento que debo agradecerle.

—Hyejoo —la llamo de forma divertida y ella deja de mirar su teléfono. —Ven acá —hago una seña para que se pusiera en frente mio. Ella me hace caso, se levanta y va hacia mi, pero hay duda en su rostro y antes de que me pregunte (o antes de que me arrepienta) abro mis brazos y los envuelvo alrededor de su torso.

—¡¿Qué haces?! Hey, que raro es esto —se queja, pero yo no me alejo hasta que sienta que es necesario, lo que fue unos diez segundos aproximadamente. —¿Qué fue todo eso? —esta vez pregunta y yo sin mirarla por la vergüenza respondo.

—Lo que pasó en la sala de prácticas, cuando hubo una tormenta. Nunca te di las gracias, ¿Verdad?.

—Cierto, nunca me las diste.

—Sí, entonces, esto que hice fue para mostrar mi gratitud.

—Uhm, entiendo.

Y luego de eso volvió al sofá.

Tal vez, no le gustó lo que hice. Lo veía venir, ahora que la conozco mejor, los abrazos no son lo suyo.

—Yeojin —me llamó y yo al instante presté atención.

—¿Sí?

Vi sus hombros subir y luego baja, después, su cabeza bajó y dijo:

—Puedes abrazarme cuando quieras... solo para que lo sepas.

Oh

Y allí entendí que Hyejoo amaba los abrazos.