En un mundo donde la soledad y la tristeza habían tejido las sombras que cubrían la vida de una mujer, la llegada de una luz inesperada supuso un cambio profundo en su existencia. Había aceptado resignadamente que la eternidad sería su compañera, un...
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El cielo rugia con fuerza gracias a una tormenta eléctrica que lo azotaba presentando en todo su esplendor cientos de rayos y efectos sonoros en la atmósfera... Nubes grises y muy oscuras se acumulaban por donde se mirase, dando a entender que se acercaba una tormenta... Y para hacerlo todavía más caótico, esta tormenta venía acompañada por vientos fuertes, lluvias intensas y peligrosos truenos... Nadie en su sano juicio atravesaria algo a sí ¿Verdad? Lástima que para cierto trasporte e individuos, esta gran tormenta había terminado siendo su ruina.
En medio de la tormenta eléctrica que comenzaba a formar varios tornados sobre los cielos, dentro de todo ese caos y desastre se encontraba navegando por los cielos un gran barco impulsado por magia tratando de salir del centro de la tormenta que era donde se encontraba... Los tripulantes de este navío corrían de un lado a otro por el barco tratando de tomar el control de la situación.
- ¡Ponerse al pairo! Gritaba un hombre corpulento desesperado siendo este el Capitán del navío, haciéndole entender a su tripulación que girarán el barco en el que iban para poner la proa a barlovento y conseguir que el navío sólo se moviera con la corriente (aire) con el fin de superar la tormenta que los arrastraba.
- ¡Señor es imposible! ¡La tormenta es demasiado fuerte! Gritó en respuesta otro sujeto con clara desesperación en su rostro.
- ¡Que Odín nos ampare! Pronunció el Capitán mirando con horror los centeneras de rayos que los rodeaban a la vez que el fuerte viento empujaba la nave arrastrandola al centro del huracán.
En medio de esa terrible situación, llendo al Casco de la nave, siendo esta la parte de madera flotante del barco en donde viaja toda la tripulación... En esta habían muchos hombres corriendo de un lado a otro buscando algún medio de salvar sus vidas o corregir la trayectoria del navío fuera de la tormenta... Pero no eran los únicos que estaban presentes, ya que debajo de las gradas que llevaban a donde estaba el timon del barco y su Capitán, se encontraban dos niños.
Unos de ellos presentaba un cabello castaño y ojos heterocromaticos mientras que el otro siendo una mujer presentaba un cabello largo de tonos plateados y ojos celestes... Estos dos niños se encontraban sujetos a la madera del barco con fuerza sintiendo como este se mecia de un lado para otro, algo que no le venía muy bien a uno de ellos.
- ¡Ugh! ¡Voy a vomitar! Pronunció el niño de cabellos castaños, siendo este Issei, el cuál presentaba mareos y un rostro con tonos verdes por el constante movedero del barco.
- Ni se te ocurra vomitar, es más ¿Explicame cómo fue que llegamos a esto? Habló la niña de cabello plateado, siendo esta Rossweisse, la cual mostraba un semblante preocupado por la situación en lo que agarraba fuertemente a su mejor amigo para que no se cayera.
- No tengo ni la menor idea mi querida Rossi... Respondió Issei mostrando una sonrisa inocente a su amiga, la cual tuvo un tic en su ceja.
- Eres un... Justo cuando estaba por regañar al castaño, Rossweisse se vio interrumpida cuando un fuerte ruido y resplandor se presentó en el barco acompañado después del sonido de la madera partiendose.
