Despertar.

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~[>Palacio de Odín<]~

En lo alto, la expansión de la luz en su más admirable manifestación configura este palacio, residencia del Dios Nórdico Odín y su familia... Constituye el prototipo de todos esos castillos de luz, de refulgente metal o de cristal maravilloso, que no faltan en el folklore de los viejos tiempos... Bien pudiera decirse que constituyen "vestigios" de aquella soberbia morada del Dios Nórdico.

En la cima del monte, se accede a la mansión divina... La residencia de Odín contaba con paredes cubiertas de armas de todas clases; salas adornadas con escudos y corazas de todos los tamaños... Al mirar hacia lo alto, se podía apreciar que todo el techo estaba formado por los astiles de innumeras lanzas... En la sala de honor, se admiraban doce magníficos sitiales de oro puro, uno de ellos tenía el aspecto de un trono y se hallaba sobre tres gradas.

Además, el castillo contaba con 540 puertas teniendo tal amplitud, que por cada una de ellas podían pasar a la vez y holgadamente, ochocientos héroes... Este lugar se conoce también con el nombre de "Walhalla" que parece significar "residencia divina"... Se dice que el mismo Odín iba en busca de los héroes muertos en combate para que le acompañasen en las celebraciones de su encumbrada mansión... Eran los "Einherier" los combatientes solitarios... Las mensajeras de lo alto, las hermosas Valkirias, también acudían a los campos de batalla para "despertar" a los campeones que habían sabido merecer una muerte heroica.

Retomando el punto central, en esta esplendorosa construcción nos dirigimos hacia donde estaba ubicada la sala del trono del Dios nórdico principal, donde este reposaba en su trono observando con detalle a las dos personas que yasian frente a él y quienes eran parte de su familia... Siendo estos un hombre de pelo largo y rojo que va más allá de su cintura, ojos amarillos con esclerótica negra y una constitución muy musculosa... Junto a él se encontraba una hermosa mujer de cabello azul medianoche que le llegaba a la cintura, además poseía una figura "divina" que a más de uno atraería.

- ¿Cómo van las cosas en el reino y los mundos de Yggdrasil? ¿Nada fuera de lo normal hijo? Preguntó Odín al pelirrojo de gran estatura que posaba de pie frente a él.

- Todo esta en orden padre, solo que los Gigantes de hielo de Jötunheim, han estado movilizándose cerca de las fronteras de su mundo... Respondió Thor a su progenitor mientras tenía su Gran martillo recargado en su hombro.

- Los Gigantes dices ¿Me preguntó qué se traerán entre manos? Comentó con sospecha Odín acariciando su larga barba.

- Odín-sama... Comenzó a decir Brunhilde con respeto, pero no logró continuar debido a que su "suegro" la interrumpió.

- Brunhilde, cuántas veces debo decirte que me llames padre... Mencionó con reproche Odín mirando a la esposa de su hijo con sus ojos entrecerrados.

- Pero eso sería una falta de respeto ante usted nuestro Rey... Respondió con respeto Brunhilde, mostrándose incapaz de hacer algo tan decoroso.

- Que mujer más terca eres... Negó con la cabeza el viejo, pero en cuestión de segundos una brillante idea llegó a él.

- ¡Ya se! Tu lealtad está con Asgard y conmigo ¿No? Pregunto sonriente Odín ocultando sus malvadas intenciones con la bella mujer.

- A sí es señor... Respondió Brunhilde con sinceridad sin notar las intensiones perversas de su suegro.

- Bien ¡Te ordenó que de ahora en adelante me llames "padre"! Exclamó Odín con grandeza ante brillante idea que había tenido... Si no podía conseguir que la Valkiria se refiriera a él de una manera menos formal, podía hacerlo haciendo uso de su posición.

El Tesoro del Infinito. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora