En un mundo donde la soledad y la tristeza habían tejido las sombras que cubrían la vida de una mujer, la llegada de una luz inesperada supuso un cambio profundo en su existencia. Había aceptado resignadamente que la eternidad sería su compañera, un...
Sintió que alguien limpiaba su cuerpo y lo envolvía en una manta suave... Intentó moverse, pero estaba más débil de lo que esperaba; cuando abrió sus ojos encontró su visión extremadamente borrosa y el mundo se enfocaba constantemente.
Estaba en los brazos de una hermosa mujer de cabello negro.. ¿Porque sentía tanta felicidad al verla? Ella le había estado palmeando la espalda durante los últimos minutos para hacerle llorar y sintió que algo brotaba dentro de él abandonándole al impulso, comenzó a llorar intensamente.
¿Espera? Ese llanto sonaba al de un bebé, ¡Era un bebé! Ahora comprendía todo y sobre todo ese afán de no querer separarse de esa mujer.. ella lo sostuvo con fuerza y delicadeza en sus brazos, apoyando su abundante pecho contra su mejilla.
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Ante sus ojos aparecía el color del cuerpo de esa mujer que no había visto antes... La parte delantera de su blusa estaba desabrochada y ella lo sostenía en sus brazos, mientras le sonreía.
- "Una sensación de calidez."
Por alguna razón, sabía que ella era su madre.. ¿A caso su vida pasaba por sus ojos? ¿Estaba recordando su pasado de cuando era un bebe? Tal vez habían enviado su conciencia al pasado y solo tenía hambre, hambre y más hambre.
- "Es difícil pensar con claridad."
- Mi pequeño y precioso Solecito.
El movimiento de su cuello todavía estaba bastante restringido, por lo que no podía ver bien lo que lo rodeaba, pero dada la salud de esa mujer, la calidad de la manta y la decoración dentro de su campo de visión, podía deducir que estaba siendo atendido por una familia rica.. ¿Espera..? ¿Dijo Solecito?
- De ahora en adelante, viviremos los dos felices juntos mi precioso y amado Issei.
Todavía abrazándolo fuerte, esa mujer le dio una radiante sonrisa y no sabía si era porque su visión estaba difusa aún pero le pareció ver que era rodeada por un manto de energía dorada.. ella se inclinó para besarle.
- ¿Acaso has quedado encantado conmigo? Mi bebe solo me mira fijamente, jejeje. Nunca había visto a un bebe que se enfocara así. Debe de ser un genio, ¡Ven cariño es hora de comer!
¡Hurra! Por alguna razón escuchar esas palabras lo alegraban y también el hambre que atormentaba su pobre y vacío estómago... Esa mujer joven lo llevo a sus pechos donde estaba su fuente de alimento, su comida... No sintió nada al atrapar su pecho con su pequeña boca, pero el sentimiento de apego y culpa lo invadieron.
Él no lo sabía.. y el no saberlo era algo frustrante antes de poder darse cuenta, empezó a llorar... Esa era la última técnica de batalla que los bebes utilizaban... Sorprendida por el cambio repentino de su hijo, su madre se puso a trabajar en calmar su llanto.
No podia controlar su cuerpo o sus sentimientos.. no era bueno, esto era demasiado difícil de pensar... Su cerebro aun era pequeño para pensar en todo y en eso bebió mucha leche hasta que su estómago quedo lleno... Entonces se durmió, se sentía más tranquilo ahora que en toda su vida.
