– Ay...
– Por...
– Dios...
Fue lo que dijimos los chicos y yo en un tono bajo al ver a la Psicóloga de Jennie entrar por la puerta que mi hermana había ido a abrir.
Jennie rodó los ojos y espero a que la Psicóloga entrara a la casa con los brazos cruzados.
– Creo que he encontrado al amor de mi vida – Dijo Mina.
– ¿Le gustarán los profesores de Español? – Preguntó Jinyoung.
– Le...
– ¿Le qué? – Preguntó Jennie mientras me miraba sería.
– Le... le... le... – Miré al suelo.– Le encantará ayudarte – Sonreí nerviosa.
– Su cuerpo es hermoso – Dijo Mina lo cual me hizo volver a mirar a la Psicóloga.
– Ella es hermosa... – Dijo Jinyoung.
– Está tan bue... – Jennie me miró enojada.– Ni está bonita la verdad.
– ¿Bromeas? – Preguntó Jinyoung.
– Este... yo... – Miré a Jennie.– A los psicólogos se les dice todo... ¿Está bien? Pero no le digas lo nuestro... aunque ellos tienen prohibido decir la información de las personas... no se lo digas...
Jennie no me contestó y miró la Psicóloga, mientras más se acercaba, Jennie se iba alejando un poco más hasta quedar atrás de mi.
– Oye... ven aquí, ella no te hará nada malo – Abracé a Jennie esperando que se le bajara el enojo.
– Buenas tardes – Dijo la psicóloga con una sonrisa.– Soy la Psicóloga Sunmi.
– Iré a casa – Dijo mi hermana despidiéndose de todos.
– Adiós – Dijo Jisoo quien iba en los brazos de mi hermana.
– Claro... hasta luego – Dije despidiendome al igual que los chicos.
– Entonces... – Dijo Sunmi al ver como todos la mirábamos.
– O-oh... yo tengo que irme – Dijo Jinyoung mientras agarraba las llaves de mi carro.
– Oye, esas son las llaves de mi carro – Dije confundida.
– Lo sé, yo no tengo – Dijo Jinyoung mientras salía de la casa.
– Tengo que irme a trabajar – Dijo Mina mientras tomaba las llaves de mi otro carro.
– Esas llaves son de mi otro carro – Dije mientras la miraba.
– Lo sé, amiga, lo sé – Dijo mientras se iba al igual que Jinyoung.
– Bueno... pase – Dije mientras cerraba la puerta y la invitaba a pasar a la sala.– Ella es Jennie.
– Hola, Jennie – La psicóloga con una sonrisa.
– Da igual – Dijo Jennie mientras se iba al sofá.
– Bueno... ella está un poco enojada... luego se le bajará – Dije mientras la miraba a los ojos.
– No te preocupes, normalmente a los niños no les gusta la idea de estar con un psicólogo... piensan que solo son para locos – Dijo riendo.
– No es eso... bueno, no las molesto – Dije dispuesta a irme a mi habitación mientras ellas hablaban.
– ¿Te vas a ir? – Preguntó Jennie.
– Si... en lo que terminan... – Dije mientras la miraba.
– Quédate... – Me miró un poco insegura.
