Estaba en el baño poniéndome una camiseta, me había terminado de bañar y de poner mi ropa, Jennie estaba en la cama probablemente dormida, era de noche y mañana iríamos a un restaurante que los chicos encontraron en internet.
Me miré al espejo unos segundos y vino ese hermoso recuerdo a mi mente de aquél día en el que al salir del baño mi madre había dejado un regalo en mi cama... un álbum de mi grupo favorito...
A mis padres les gustaba que vistiera siempre con ropa un poco costosa pero a mi nunca me gusto mucho esa idea... al final solo es ropa, si me agrada lo uso, si no, no... bueno, así era hasta que Jennie comenzó a elegir mi atuendo de cada día.
Escuché como alguien golpeó levemente la puerta lo cual me hizo salir de mis pensamientos.
- ¿Qué pasa? - Pregunté contigo, pues Jennie nunca toca la puerta.
- Tía...
- ¿Qué pasa amor?
Jisoo hoy dormiría con nosotras, aunque pensé que ya estaba dormida, la pequeña ama estoy conmigo, pues siempre estoy jugando con ella.
- Tengo miedo - Comenzó a llorar.
Abrí la puerta de inmediato y sin pensarlo dos veces la cargué en mis brazos, Jisoo se aferró a mi y yo comencé a dar pequeñas palmadas en su espalda intentado calmarla.
- ¿A qué le tienes miedo? - Pregunté mientras la sentaba en un mueble para mirar su rostro.
- A la cosa que está abajo de la cama...
- Y-ya Jisoo... lo di-digo en serio... - Dije nerviosa.
Con todo el valor del mundo giré mi cabeza pero no había nada, solo estábamos Jisoo y yo.
- Amor... no hay nada - Dije mientras un escalofrío invadía mi cuerpo.- ¿Por qué no despertaste a Jennie?
- No se despertó - Me abrazó.
- Si... lo supuse - Rasqué mi cabeza.- Solo me secó el cabello y nos vamos a la cama - Dejé un beso en su frente... ¿Cómo es eso?
- Grande, negro y feo - Dijo entre lágrimas.
- No llores - Sequé sus lagrimas con un poco de papel.- No hay nada ahí abajo... eso espero...
Después de que Jisoo dejara de llorar yo comencé a secar mi cabello con una toalla... ¿Por qué los niños siempre ven cosas?
Cuando yo era niña... recuerdo haber visto algo en mi habitación. Aquella noche yo estaba en mi cama, era tarde pero yo no podía dormir, simplemente no tenía sueño y prendí el televisor de mi habitación para distraerme un rato, mientras miraba mis caricatura, miré como en la pared bajaba algo como si estuviera caminando una araña... yo lo podía ver, todo estaba siendo real... aquel espectro cayó al suelo y comencé a escuchar como corría hacia mi, ese eso momento yo sentía mi corazón palpitar demasiado fuerte, como se se fuese a salir de mi corriendo para nunca volver... mi madre abrió la puerta asustada y entro.
"¡¿Qué pasa?!"
Me explicó que había bajado a la cocina a comer algo pues le había dado hambre, ella había escuchado mi televisor cuando recién bajó, pero cuando regresó y escuchó aquel golpe... se asustó. Ella no lo vio... pero si lo escucho, además... era la única que me creía.
Años después, antes de aquél incidente que me dejaría sin los dos seres que más amaba, eso volvió a aparecer en mi habitación, pero esta vez en la esquina de ella, mirándome fijamente... lo peor es que era de día y yo podía verlo... al gritarle que se fuera solo se desvaneció y nunca más lo volví a ver... solo espero que no sea lo mismo que esté aquí y esté asustando a mi Jisoo.