Estábamos en la sala mientras Jisoo jugaba con sus juguetes, Jennie usaba su celular y yo jugaba videojuegos en la PlayStation. Jennie comenzó a reír y me miró ya que estaba acostada en mis piernas.
– ¿Qué pasa? – Pregunté sin dejar de mirar el televisor.
– Recordé cuando me dijiste inútil por no saber como se hacía mi tarea...
Sentí un sonrojo en mis mejillas y solo acaricié su mejilla mientras la miraba.
– Y ahora vivimos juntas – Me sonrió mientras comenzaba a tocar mi rostro.
– La gente cambia – Miré al televisor.
– Y tu cambiaste por mi – Se sentó arriba de mi y comenzó a dejar besos en todo mi rostro.– Por eso te amo.
Mi teléfono comenzó a sonar y era una llamada de Mina.
– Hola – Dejé un beso en los labios de Jennie.
– Hola... te hablo para decirte que ya tienen los resultados.
– ¿A qué hora nos vemos? – Jennie pasó su lengua por mi mejilla y comencé a reír.
– Ahora, no vemos en el lugar.
– Está bien – Tomé la mano de Jennie y con ella limpié mi mejilla.– Ya voy.
– Con cuidado.
Colgué la llamada y miré a Jennie.
– ¿Qué te sucede? – La abracé.
– No lo sé – Comenzó a reír.– ¿Quieres ir o te vas a quedar?
– Mmm... quiero ir – Dejó un beso en mis labios.
– Está bien... Jisoo, vamos, amor, saldremos – Jennie se bajó de mis piernas y me puse de pie.
Después de un rato, Jinyoung y yo estábamos con un doctor sentados en su oficina mientras Mina estaba con Jennie y Jisoo en el carro.
– Según los análisis de sangre, orina y saliva... en los tres puedo confirmar que la señorita _______ _______ y el señor Park Jinyoung son hermanos.
Cerré mis ojos y solté un suspiro mientras cubría mi rostro con mis manos y probablemente Jinyoung estaba igual.
– Los dos son hijos del mismo padre más no de la misma madre – Dijo el doctor un poco incómodo.– Yo... lo siento, sé que son de la misma edad... pero comparten al mismo padre... joven Jinyoung... el apellido que usted debería de aportar sería del padre de _______...
– Vamos... ya está muerto... – Rasqué mi cabeza mientras daba palmadas en la espalda de Jinyoung.
– Vivo o muerto no me importa... ni siquiera lo odio... odio a mi madre... – Dijo con lágrimas en los ojos.
– Tranquilo... – Lo abracé.– Sé que no es el mejor momento... pero ¿Por qué no vamos con Jackson?
Jinyoung no respondió y puso su cabeza en mi hombro y el doctor me miró.
– Bueno... lo mejor será que nos vayamos... – Me puse de pie junto con Jinyoung e hicimos una reverencia al doctor.
Salimos del consultorio y nos dirigimos a la salido en donde podíamos ver de lejos al carro en donde estaban las chicas.
Mientras caminábamos, Jinyoung se detuvo y tomó mi mano.
– ¿Qué pasa? – Me detuve y lo miré.
Jinyoung me abrazó y yo ya no pude contener más mis lágrimas y lo abracé mientras comenzaba a llorar.
– No importa nada... – Dijo llorando.– Ahora hay una razón más para estar juntos para siempre.