CAP 6: "Jugando a las escondidas"

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Hola gente, espero estén muy bien, les dejo el sexto capítulo.
Cuídense y gracias por leer.


°En este capítulo incluimos a MP: Madam Pomfrey°

James, Remus y Sirius salieron de la habitación dirigiéndose a la sala común, mientras bajaban las escaleras estaban escuchando una risa, se extrañaron de ello y apresuraron el paso, al llegar nos vieron a mí y a mi hermano en el suelo casi muriéndonos de risa, James y Sirius querían reírse pero Remus se los impidió, se acercaron a nosotros y al verlos Teddy se comenzó a controlar, pero yo no pude hacerlo ya que estaba en medio de un ataque de risa, lo mejor o lo peor del caso es que mi risa es muda, que significa esto, pues es básicamente que solo hago como que me estoy riendo, como un mimo, sabían que me estaba riendo pero yo no hacia ruidos. 

SB: ¿Ella está bien? -Pregunto asustado.

JP: Parece que esta poseída.

Lo que dijo James me dio más risa y peor fue la cosa.

T: Ella está bien, solo que tiene un ataque de risa y su risa es muda.

R: Nos tenemos que ir, se nos acaba el tiempo.

T: Yo la llevo.

Teddy me tomo en brazos y yo me agarre de su cuello por si las dudas, salimos de la sala común y Teddy uso todos los atajos que nos sabíamos para llegar a le enfermería sin pasar por los salones. Al llegar mi ataque de risa había disminuido a tal punto que me pude controlar, pero mi abdomen me dolía horrores, tanta risa me afecto.

Fue impresionante ver a Madam Pomfrey tan joven, o bueno con casi 40 años menos, estábamos impresionados con ella pero seguía siendo la misma señora amable de siempre, un gran alivio para nosotros.

MP: Ustedes 3 aquí, esto será malo. -Fue lo primero que dijo cuando vio a tres de los merodeadores. -Oh, veo que no vinieron solos. -Ya después, fijo la vista en nosotros.

Con un tono dulce y amable le dije. –S: Buenos días Madam, ellos solo me acompañan, vengo a ver si me podría revisar la mano derecha.

Al hablar James, Sirius y Remus dirigieron su vista hacia mí, no me habían escuchado hablar con ese tono de voz y es entendible que se sorprendan, deje un hoyo en la pared del director que luego arregle con una varita que no era la mía, mi cabello estaba humeando y dije palabras muy fuertes.

MP: Por supuesto mi niña ven acá. –Me señalo una camilla donde me senté.

Aún más impactados quedaron los chicos con la reacción de Madam Pomfrey, estaban que no se la creían. Madam Pomfrey me empezó a quitar la venda y las gasas, al terminar me lavo las sangre de mis nudillos y reviso mis dedos, la movilidad de estos, mi muñeca y su movilidad, gracias a Merlín no me haba roto ni esquinzado nada.

MP: El que haya vendado esta mano, lo hizo como un profesional. -Sonreí con orgullo. El recibir un cumplido de ella en un vendaje, era lo mejor. -Tus dedos no tienen ninguna lesión grave, tu muñeca está en perfecto estado, pero debo admitir que fue bastante fuerte el golpe que diste, por las heridas de hubo tus nudillos, ya que veo que utilizaron un hechizo sanador aquí, bien pensado. -Me sentí orgullosa de mi hermano por hacer bien el hechizo que ella misma le enseñó. -No pequeña, no hay ninguna lesión de la cual nos debamos preocupar.

Sonreí por lo que me estaba diciendo y así le dije. –S: Muchas gracias por revisarme Madam, se lo agradezco muchísimo.

Me sonrió cálidamente y nos dijo. –MP: No me agradezcas pequeña, ese es mi trabajo. Anden que se les hace tarde para ir a clases.

Salimos de ahí y los chicos seguían en shock, no sé si fue por cómo le hable a Madam Pomfrey, el que ella dijera que fue increíble el cómo me vende o el que felicitara indirectamente a mi hermano por el hechizo sanador.

Un giratiempo, cuatro merodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora