CAP 23: "Una camisa negra"

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Hola gente, espero se encuentren todxs bien. La continuación del anterior capítulo lista y servida. Ojala les guste. Cuídense y gracias a todxs por leer.

RB: Porque soy un Slytherin.

S: ¿Y?

RB: ¿No te importa que sea una serpiente?

S: Para nada, ya me has demostrado que malo, no eres.

RB: ¿Quién te dice?

S: Cualquier otro Slytherin de inmediato hubiera buscado la forma de sacarme de su habitación o hubiera llamado a otros, en cambio tú, sigues en la misma posición que cuando comenzamos a entablar esta conversación. –Me cruce de piernas dejando mi mano izquierda sobre mi rodilla y la otra apoyada en el banco.

RB: Eres increíble. –Sonrió coqueto. Era una de esas sonrisas que te derriten.

S: Muchas gracias Black.

RB: ¿No te vas a presentar? Eso es de mala educación.

S: Tú tampoco te presentaste querido. –Un deje de burla se escapó de mi garganta.

RB: Touche madeimoselle.

S: Bien, ya es tiempo de que yo me vaya. Se hace tarde y tienes clases temprano.

RB: ¿Y de que querías hablar?

S: De lo que fuera surgiendo. –Me levante y camine hacia la puerta.

Gire un poco mi cabeza para verlo por el rabillo del ojo. –Deja una camisa negra en ese banco, mañana vendré de nuevo.

RB: ¿Por qué lo haría?

S: Me ahorras el trabajo de buscarla en tu armario. –Fue lo último que dije y me convertí en la misma serpiente de antes, me arrastre hacia la puerta y me convertí en una araña para poder salir.

Esta vez apenas salí de la habitación volví a mi forma humana para ahorrarme tiempo, llegue a la sala común y checando que no hubiese nadie volví a ser una serpiente y cruce rápidamente hasta llegar a la puerta, confiaba en que mi hermano ya me hubiese visto y saliéramos, al llegar salí en forma de araña y me encontré con Peter, Ted salió por arriba y cuando descendió nos fuimos rápidamente, no vaya a ser y nos descubran.

Cruzamos los mismos túneles de antes y llegamos frente a la sala común de Gryffindor, bajamos las escaleras y tomamos otro pasadizo que esta vez nos llevó al interior de la sala pero sobre la chimenea, saltamos y nos fuimos directamente a la habitación, entre los tres empujamos la puerta y la cerramos de igual forma, Teddy y yo nos convertimos en ratones y Peter se recostó después de volver a ser humano.

Nos ganó el sueño y a otro día me desperté a medio día, sí que andaba cansada, para mi sorpresa estaba en el hombro de mi hermano que estaba sentado en la cama de papá mientras ¿leía?

Vaya que estaba aburrido, me removí un poco y baje por su camiseta, cuando estuve en una de sus piernas por fin hablo.

T: Buenos días mi lobita, hay ropa en el baño para que te des una ducha. ¿Te llevo?

Asentí con mi pequeña cabeza y me subí a sus manos me dejo en el suelo del baño y el salió, me convertí, le grite un gracias, me duche, me cambie y salí.

Para cuando iba saliendo del baño con una camiseta de Sirius (que yo no sabía que era de Sirius), un pantalón ancho y mis zapatos de siempre, llegaron los merodeadores.

SB: Se te ve bien mi camiseta mini lobita. –Lo dijo con esa sonrisa coqueta que anoche su hermano me había mostrado, son increíblemente parecidos.

Un giratiempo, cuatro merodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora