CAP 32: "Una atrapada de miedo"

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Hola personitas hermosas, ¿Cómo les va de estudios? Ojala no tengan problemas y ojala no lean esto teniendo tareas pendientes. Parte dos lista y servida. Muchas gracias por leer y cuídense mucho, nos vemos en la siguiente actualización.

Sirius Black

Comenzó a nevar con más intensidad, todos teníamos frio, algunos temblaban más que otros y a todos nos dolían las piernas, vi el cabello de Ted tornarse blanco, al señor Potter le costaba caminar así que Teddy lo ayudo, aun cargando con la madera bajo el brazo y teniendo que seguir con el encantamiento, me sentí como tío orgulloso.

(Eres fuerte mini Remus).

Caminábamos juntos y no se en que momento Colagusano, Lunático y yo nos adelantamos a los demás, el poco aire que corría nos cortaba, mi mandíbula me dolía de lo que titiritaba. La sensibilidad de mi nariz, mis manos, mis orejas y mis piernas comenzaba a desaparecer, a todos nos costaba caminar, con la nieve a mitad de los muslos a quien no le costaría.

Seguíamos avanzando y cuando me gire a ver a los demás me percate que solo veníamos nosotros, Remus y Peter venían con la cabeza agachada, fue cuando creí ver una luz.

SB: Chicos, creo que vi una luz al frente. –Me temblaba hasta la voz.

P: ¿Una luz? –Peter subió la mirada, su nariz estaba muy roja.

Los tres nos quedamos viendo al frente y efectivamente había una luz que giraba como faro.

R: Avancemos más, así podremos saber de qué se trata.

P: Dejemos la madera aquí, o tardaremos más en avanzar con el peso, ya nos duele todo como para seguir cargando con esto, aparte, Teddy trae la mayor parte.

Así como lo sugirió Colagusano, dejamos la leña enseguida de un árbol.

R: Mañana vendremos por ella.

Continuamos caminando hasta llegar a una parte más despejada del bosque, fue cuando frente a nosotros llego una luz que nos encandilo, después escuchamos una voz, era Sam en una escoba.

S: No me hablen, no quiero saber nada, solo suban o agárrense no sé.

(Eres una bendición lobita, un bendito ángel).

Remus y yo subimos y llevamos cargando a Peter, ella iba increíblemente rápido y el aire le pegaba todo de frente a ella, en poco tiempo llegamos a la casa, ella nos dejó en la puerta y se volvió a ir.

P: No debió haberse ido sola, la tormenta está por llegar.

R: ¿Por qué salió? Esta temperatura y este clima pueden ser peligroso para ella. –Lo había olvidado, su poca resistencia al frio.

(No, no, no, no, lobita).

SB: Entremos ya, o vamos a terminar como paletas. –Debimos quitarle la escoba e ir por ellos nosotros, ella tardaría en buscarlos.

Quitamos la nieve de la entrada, para poder abrir la puerta sin problema. Entramos y nos dirigimos directamente a la chimenea.

EP: No, no se acerquen tanto, les va a ir peor si se acercan más al calor.

SB, P, R: Si tía. –Todos contestamos el unísono, sabíamos que estaba molesta y desobedecerla iba a ser aun peor.

EP: O pequeños, no debieron salir. –Hizo una pausa. -¿Dónde está Sam? ¿Y los demás?

Todos nos volteamos a ver preocupados y Colagusano fue el único "valiente" que se atrevió a decir la verdad.

(No le digas de la tormenta, no le digas de la tormenta. NO QUIERO MORIR HOY).

P: No sabemos dónde quedaron los demás, Sam apenas nos dejó y se volvió a ir, me imagino que a buscarlos.

(Gracias Rata Mugrosa).

EP: ¿Y cómo estaba ella?

R: La verdad es que no la vimos, traía la varita con luz en la boca y no nos permitía ver su rostro.

EP: No debieron dejar que se fuera, puede ser peligroso para ella.

Nadie dijo nada, solo bajamos la cabeza, sabíamos que podía ser muy malo para ella pero no la pudimos detener, así como apareció, así mismo se fue.

La tía nos dio chocolate caliente (me supo a gloria), aunque muestras manos y dedos tenían poca movilidad pudimos sostener por algún rato las tazas; y de a poco intentamos calentarnos, nos cambiamos de ropa y aunque nos seguían doliendo las piernas, ya no temblábamos ni nos congelábamos.

Lo que no pasaba era la preocupación, no volvían y no daban señales. Recuerdo muy bien ver el cabello blanco de Teddy y sus expresiones de dolor.

Pasaba el tiempo y sentíamos que cada minuto era una eternidad, el silencio nos carcomía de a poco. Se comenzó a escuchar como las ráfagas de aire golpeaban las ventanas, me gire asustado a ver a Peter, este tenía una expresión de miedo y Lunático estaba a punto de perder la cabeza.

Se escuchó un grito y me quede helado. -¡SAM!

Después un golpe fuera de la casa e intente salir pero la nieve había bloqueado por completo la puerta, Peter abrió la ventana, yo lo seguí, escuchamos un estruendo y vemos a James y al tío flotar sobre la nieve, los pudimos alcanzar y mientras Remus y yo los metíamos por la ventana, Peter se lanza por la ventana y atrapa a Sam en el aire, estrellándose en la espesa nieve.

(Que atrapada).

Remus igual sale por la ventana y logra jalar hasta la ventana a Teddy, lo ayudo a subirlo y después vamos por Peter y Sam.

(Que estén bien, por Merlín).

Parte 2.

Un giratiempo, cuatro merodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora