CAP 21: "Una completa idiota"

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Hola mi gente, espero se encuentren todxs bien. El capítulo 21 por fin hace aparición por aquí, ojala les guste. Y si, es lo que se están pensando, la continuación del capítulo 20. Cuídense y muchas gracias por leer, espero que no les esté aburriendo mi historia.

R: Pequeña.

Gire rápidamente volviendo a poner mi guardia arriba y mi varita casi en la garganta de Remus, mi padre subió las manos en rendición y yo me relaje.

Tome ambas cartas, aun tenia las vendas y la varita en la mano y pase a un lado de mi padre y de los otros tres, estaban en puntos estratégicos con sus varitas en alto.

Sirius estaba en una de las habitaciones escondido en las sombras, James estaba en la pared de la escalera y Peter estaba al pie de esta misma.

Llegue a la cocina y estaba Ted con un varita en la mano protegiendo a la tia Phemia que estaba detrás de él, en guardia me recibió y se calmó al ver que solo era yo, gracias a todos los magos que había entendido el "cuídala" que dije antes de correr escaleras arriba.

Cuando vio las vendas y los pergaminos que yacían en mis manos su expresión cambio por completo. Su cabello y ojos mostraron inmediatamente el temor que sentía al volverse de color verde, mientras que los míos eran una extraña combinación de culpa y enojo, lila y rojo.

EP: ¿Qué sucedió?

No respondí nada, me quede estática escuchando como los chicos bajaba y se dirigían a la cocina.

(Por telepatía). T: ¿Qué dragones está pasando?

(Por telepatía). S: Soy una completa idiota.

Mis ojos se llenaron de rabia y por mis mejillas comenzaron a correr ardientes lágrimas de coraje y enojo. Mi hermano al ver que era incapaz de moverme me quito las cosas de las manos, la varita la dejo en su lugar, puso las vendas en la mesa y tomo en sus manos los pergaminos.

Comenzó a leer las cartas y la angustia comenzó a apoderarse de él, parecía un árbol, raíces cafés y puntas verdes.

(Por telepatía). T: ¿Pero qué duendes?

(Por telepatía). S: Soy una idiota, soy una idiota.

T: Cállate. –Demando mi hermano cuando entraron los merodeadores a la habitación, no me opondría, solo baje la mirada mientras mis lágrimas dejaban pequeñas gotas en el azulejo blanco.

Quede de espaldas a los cuatro chicos y lloraba en silencio.

EP: Pero si ella no ha dicho nada. –Intento aliviar la tensión que había con su confusión.

Mi hermano terminando de leer ambos papeles me dirigió de nuevo la mirada.

(Por telepatía). T: No es tu culpa, ¿Cómo ibas a saberlo? Siempre has sido de buen corazón y muy amable con los seres vivos en general.

(Por telepatía). S: Pero, ¿y si es algún mortifago?

Yo seguía con la cabeza mirando al suelo, escuche que mi hermano soltó una risa sarcástica y levante la vista hacia él. (Por telepatía). T: ¿Crees que algún mortifago te hubiera dejado esto? –Agito los pergaminos en sus manos. –¿Crees que se hubiera quedado de brazos cruzados? –Cruzo los brazos por sobre su pecho. –Aparte tiene mucha educación esta carta.

P: ¿Pueden por favor, dejan de hablar por telepatía y decirnos que acaba de pasar?

T: Sam encontró un pequeño pájaro herido cuando venía de caminar en el bosque, lo trajo y le curo el ala.

SB: ¿Qué tiene que ver un pájaro en todo el desastre que se escuchó?

T: Que no era un pájaro, era un animago o un metamorfomago en su forma animal. –El cabello de mi hermano termino de teñirse de café a la par de sus ojos.

Un giratiempo, cuatro merodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora