CAP 30: "Copos enteros y lágrimas congeladas"

265 24 0
                                    

Hola gente, espero se encuentren bien, doble actualización porque la semana pasada no les publique nada y lo lamento de nuez.

Ya se la saben, espero les guste, ojala no se estén aburriendo y muchas gracias por leer. Cuídense.

James venia de espaldas a mí cargando a su padre, no les pegaba tanto el aire yo los cubría casi por completo y mi hermano venia de espaldas, yo tenía mis manos alrededor de la suya, seguía cargando la madera. Creo que nunca lo admire tanto, sentía mucho frió y dolor, su cabello estaba completamente blanco y no era por la nieve, él siempre ha sido, por decirlo, "el débil" de los dos, según muchos; pero lo que nadie sabía era que él era más fuerte que yo, siempre se quedaba en mis transformaciones llorando de impotencia por no poderme ayudar, varias veces me había dicho que si pudiera que el cambiaría de genética conmigo para no verme sufrir más, solo de pensarlo las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos sin yo poderlas detener, se quedaron congeladas sobre mis mejillas.

(Llegaremos hermanito, lo prometo). Apreté más mi agarre sobre sus manos, lo que hizo que este volteara a verme con una pequeña sonrisa temblorosa.

Las ventiscas eran cada vez más fuertes, tanto que movían por completo la escoba y cambiaban el curso de esta, en dos ocasiones casi caemos, mis manos me dolían muchísimo, no podía controlar bien la escoba, tenía que hacer mucha fuerza y me era casi imposible.

(No me importa que pase conmigo, los tres volverán a casa). Era lo único que podía pensar a este punto, si tenía que congelarme aquí, lo haría. Perdí la sensibilidad de mis brazos y piernas. Me era difícil incluso abrir los ojos y mantener la vista fija.

Quedaban aproximadamente 2 kilómetros para llegar a la casa, de pronto no pude ver más nada y tuve que descender lo más posible, para alcanzar a ver un poco, los pies de Teddy arrastraban en la nieve, me podía mucho pero era la única forma, en lo alto únicamente se veía blanco por todos lados e iba a ser imposible controlar la escoba a la velocidad que había tomado.

(Resiste un poco más Ted, resistan, ya pronto llegamos).

Vi las luces de la casa y comencé a acercarme por un lado bajando la velocidad, estábamos a unos metros de doblar para llegar a la puerta de entrada y una ráfaga nos encontró, nos arrastró y nos estaba por estrellar a unos 8 metros sobre el suelo en la pared derecha de la casa. En un movimiento rápido (que aún no comprendo como logre hacerlo), empuje a James e hice que mi hermano soltara la escoba, con más tres metros de altura la nieve les haría colchón para caer.

T: ¡SAM! -Me desgarro el grito de mi hermano, yo sabía que gritaba con el poco aliento y la gastada saliva de su garganta.

(Lo siento mucho). Sin quererlo comencé a llorar, más lágrimas congeladas se quedaban en mis mejillas, algunas se endurecían tan pronto tocaban mis pestañas.

Lo último que vi antes de estrellarme directo contra el muro fue a mi hermano soltar la gran carga de madera y conjurar un arresto momentum para James y el señor Potter antes de que tocaran la nieve, él callo al gélido suelo con un crudo golpe; eso fue lo que también escuche yo, un fuerte estruendo que me sacudió las ideas, recuerdo que sentía algo caliente correr cobre mi sien y solo lograba ver los detalles de los copos blancos mientras iba cayendo de espaldas y a medio camino mi memoria se fue, perdí el conocimiento y no recuerdo más, ni un sonido, una voz o algún dolor más.

Un giratiempo, cuatro merodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora