CAP 15: "Señora Potter o ¿Tía Phemia?"

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Hola gente, espero están muy bien, les dejo el capítulo 15 ya, lamento haberme ausentado pero he tenido bastantes tareas y no me había dado tiempo de terminar el capítulo. Ojala lo disfruten, gracias por leer y cuídense mucho.

°Para los que no sepan, el gordolobo y la damiana son hierbas que se usan frecuentemente para tratar algunos males, como tos y gripe (gordolobo) y dolores de cabeza o problemas con los riñones (damiana)°

°Agregamos a EP: Euphemia Potter°


S: Chicos ya es hora de que vayan a comer, yo les hago las maletas, solo dejen las cosas en sus camas y yo me encargo.

P: Eres la mejor mini lobita.

SB: No podría estar más de acuerdo Colagusano.

JP: Vamos que luego no nos dan comida y tengo hambre.

Papá se acercó a mí, me abrazo y me dio un beso en la frente igual que siempre antes de irse con los demás chicos, tome un libro y me recosté en la cama de James, en la última hoja se me ocurrió revisar de nuevo el libro que hablaba de las kinesis, me dirigí a la mesa de papá y lo tome, hablaba de unas sencillas y otras más avanzadas, telequinesis, hidrokinesis, aerokinesis, cytokinesis, podía aprender a controlar los elementos de la naturaleza, ya tenía uno, el fuego, ahora tendría que comenzar a practicar con los demás.
Luego lo descubriría pero ahora mismo había cosas que hacer y no podía distraerme, comencé a llenar las valijas con la ropa y las cosas que los chicos me dejaron en sus camas, doble y acomode todo para que cupiese a la perfección, deje las valijas junto a la puerta, pegadas a la pared; tome la caja que Mcgonagall nos dio y pase las cosas a una maleta que papá nos prestó, cupo todo gracias a todos los magos. Me volví a ver a mi hermano y se veía tan tranquilo dormido, no quería molestarlo pero teníamos que comer, lo moví un poco y se despertó, le mostré la comida y comprendió perfectamente, al minuto ya éramos dos pequeños ratones comiendo en la cama de nuestro padre, nos terminamos todo, recogí la basura y antes de poder decir algo mi hermano ya se había vuelto a dormir, me reí y me dispuse a sentarme frente a la ventana para fumar, esta vez agarre un cigarrillo de damiana, menta y gordolobo, me relaje y me encanto ver el atardecer, hacia mucho que no lo disfrutaba así, tantos pendientes, tantas clases extras, tantas mentorias, me tenían loca ya, era bueno darse un respiro pero nunca pensé que fuera a ser un respiro de más de medio año, igual eran como vacaciones para mí, unas raras y algo alocadas vacaciones.

Cuando menos lo pensé los chicos llegaron corriendo a con nosotros. –JP: Rápido chicos, conviértanse y vámonos, no podemos perder más tiempo.

SB: Mil gracias por hacer las maletas mini lobita.

S: No hay cuidado perrito, pero si, ya vámonos, tengo miedo de no llegar antes de que salga la luna.

T: James, ¿Tu madre sabe de la condición de Remus? –Dijo aun bostezando mientras yo lo sacudía para que se levantase de la cama.

JP: Si, está al tanto, pero no sé cómo vaya a reaccionar con ustedes dos, o más contigo leoncita.

SB: No podemos perder más tiempo, andando.

Remus llevaba una chaqueta con bolsillos interiores igual que James, nos convertimos en los ratones más pequeños que pudimos, yo me fui con James y Ted se fue con Remus, tomaron las maletas y salimos, estando ya en el tren marchando hacia nuestro destino Teddy y yo pudimos volver a ser humanos, estaba nerviosa y no lo podía ocultar por mas que quisiese, la tensión que había en el ambiente no se las puedo describir, no sé si era el miedo de papá y mío, los nervios de Ted y Sirius, la curiosidad de Peter o el silencio de James lo que creaba esa horrible sensación, para este punto mi cabello y mis ojos ya tenían tonos morados y cafés, mala combinación, lo sé pero ni que hacerle.

Un giratiempo, cuatro merodeadoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora