especial

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нαρρу вιятн∂αу яємυѕ ℓυριη

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7 de marzo de 1985

LA FECHA SE ACERCABA Y ESTABA POR CUMPLIRSE TRES AÑOS SIN QUE REMUS Lupin volviera a festejar su cumpleaños, la muerte de su esposa y de sus tres grandes amigos, además del encarcelamiento por traición de otro gran amigo, había quitado todo tipo de ilusión en el hombre.

Lyall y Hope Lupin, estaban preocupados por su hijo, no sabían cómo animarlo, y aún menos cuando Hope había sido diagnosticada por una grave e incurable enfermedad muggle, así que decidieron invitarlo a quedarse unos días con ellos.

Gisselle Lupin no entendía por que su pequeña familia se veía tan decaída, ella con sus apenas cuatro años y medio, veía todo en arcoíris y quería que ellos estuvieran felices al igual que ella, no fue hasta que escuchó una noche la conversación que sus abuelos tenían en su habitación, que se enteró que sucedía, ¡se acercaba el cumpleaños de su papá!.

Nunca habían celebrado su cumpleaños, ella no podía creer eso, para Gisselle aquel día era el mejor, todos te abrazaban, preparaban tu comida favorita y lo mejor ¡recibías muchos regalos!, así que regresó a la habitación que compartía con su papá antes de que él se diera cuenta de su ausencia, se durmió en brazos de su padre pensando que podía hacerle.






8 de marzo de 1985

GISSELLE HABÍA JUNTADO DEL HOGAR DE SUS ABUELOS TODOS LOS MATERIALES que necesitaba para la sorpresa de su papá, había ido al patio de los vecinos para robarles flores de su jardín.

- Mamá Hope, ¿cómo puedo hacer esos dibujitos que hacen ustedes?.- preguntó la menor mientras desayunaba.

- ¿A cuáles te refieres mi niña?.- prestó completa atención a Gisselle.

- A esos.- señaló la lista de compras que estaba pegada en su refrigerador.

- Se llaman letras, y las aprenderás a escribir muy pronto, primero tenemos que hacer unos ejercicios, ¿por qué lo preguntas Gisselle?.

- Es que quiero hacerles unos iguales a mi papá, y que lo lea así como lee mis cuentos de princesas.

- Cuando termines de desayunar, comenzamos con tus clases, ¿te parece?.- la pequeña asintió rápidamente con una gran sonrisa en su rostro.

La pequeña Lupin había comido lo más rápido que pudo y dejó su plato sin una pizca de comida, Hope orgullosa de su nieta, comenzó a explicarle todo lo relacionado con las letras y la lectura, la pequeña comenzó a hacer espirales, líneas y círculos, pero ya se había aburrido, ni por asomo se parecía a lo que hacía los mayores.

- ¿Por qué ese ceño fruncido Ellie?.- le dijo aquel diminuto de su nombre, que solo ocupaba cuando la veía triste o enojada.

- ¡Es que ya me cansé!.- un puchero de formó en sus labios.- Y a este paso no podré darle su regalo de cumpleaños a mi papá.- aquella pequeña confesión había sorprendido a Hope Lupin.

𝔄𝔫𝔠𝔩𝔞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora