𝔄𝔫𝔠𝔩𝔞

Capitulo 7

Salí de mi clase, afuera del aula me estaba esperando Cedric, me sorprendí un poco, él se acercó a mi.

- Hola, ¿vamos?.- me dijo mientras tomaba mi lonchera.

- ¿A dónde?.- pregunté extrañada, él solo sonrió mientras se colgaba en el hombro mi lonchera.

- Eres muy olvidadiza por lo que veo.- empezó a avanzar.- Recuerdas que te voy a mostrar Hogwarts para que ya no te pierdas.

- Si me acuerdo, pero no sabía que iba a ser justo hoy, mejor dicho, nunca acordamos el día.- y era cierto hace rato cuando Cedric me vino a dejar a mi aula, se ofreció a mostrarme el Colegio, pero nunca dijimos cuando.

- Pensé que era mejor de una vez, así mañana ya no te pierdes.- contestó, a lo que yo asentí, tenía un buen punto.

Habíamos estado la mayor parte de la tarde recorriendo Hogwarts, no podía creer lo grande que era, pero sin duda con Cedric de compañía no había sido tan tedioso el recorrido, él me había llevado a conocer donde estaban las demás casas, fuimos a la de Gryffindor, en la cual para llegar a la sala común teníamos que atravesar escaleras que constantemente cambiaban de lugar, fuimos igual a la de Ravenclaw, en la cual para entrar a su sala común tenemos que resolver un acertijo, agradecía no haber quedado ahí, estaba segura que de haber quedado en Ravenclaw muchas veces me habría tocado dormir en los pasillos por no saber responder el acertijo, después de ahí fuimos a su sala común Hufflepuff, para entrar a esta teníamos que golpear unos barriles, la verdad no había entendido.

Ya que Hufflepuff estaba cerca de las cocinas, entramos para tomar algo para comer, decidimos ir a comer cerca del Lago Negro, mientras comíamos, él me platicaba que también se había perdido varías veces, pero poco a poco pudo orientarse.

- ¿Puedes creer que ni siquiera lo pensó? Es más ¡No me quiso tocar!.- íbamos camino al gran comedor, ya que ya empezaba a oscurecer.- ¡No tengo piojos!.

- Al parecer el sombrero estaba muy seguro de su decisión.- comentó mientras se reía.- A mi me pasó más o menos lo mismo, pero si logró tocarme.

- Pero no le costaba nada pensarlo unos segundos.- dije haciendo un puchero.- Además no lo entiendo, mi padre me dijo que él y mi madre eran Gryffindor.

- No porqué tus padres hayan pertenecido a esa casa significa que tú igual.- trató de encontrar una razón Cedric.

- Eso si.- suspiré.- Pero me hubiera gustado quedar en otra casa, ahora empiezo a entender por que todos odia a Slytherin, todos me miran mal y no les he hecho nada.

- No es tan malo ser Slytherin, piénsalo si te puso ahí el sombreo es por que eres alguien muy astuta, ingeniosa y que además tienes una gran ambición, y eso no está mal, que pertenezcas a esa casa no significa debas ser una mala persona.

- Gracias.- le sonreí.- Pero aún no puedo creer que no me quiso ni tocar, estúpido sombrero.- bufé, lo que causó que Diggory se riera.

- Llegamos.- dijo una vez que ya estábamos en el comedor.- Te dejo tengo que ir a terminar unas tareas.