Capitulo 25

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Cuatro menores se encontraban parados en el despacho de Albus Dumbledore, ninguno de ellos tenía la menor idea de lo que estaba por suceder, escoltados por su jefe de casa y directora de academia, esperando por la llegada del Director de Hogwarts

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Cuatro menores se encontraban parados en el despacho de Albus Dumbledore, ninguno de ellos tenía la menor idea de lo que estaba por suceder, escoltados por su jefe de casa y directora de academia, esperando por la llegada del Director de Hogwarts.

- Gusto en volver a verla señorita Lupin.- habló Madame Maxime con su notable acento francés.

- Me gustaría decir lo mismo Olympe, pero lamentablemente me disgusta tenerla frente mío.- Severus Snape que se encontraba detrás de la chica, apretó su hombro en forma de reprimenda.

- No sea imprudente Lupin, muestre que no es igual a su padre.- Snape habló.

- ¿Y qué quiere, que sea igual que usted?, no gracias.

- Niña insolente.

- ¡Severus!.- interrumpió McGonagall, lo que hizo que todos guardaran silencio.

- Hola.- una voz tímida se escuchó al lado de Gisselle.- ¿Me recuerdas?.

- Claro que si Gaby, has crecido demasiado, estás hermosa.- halagó al pequeña niña.

- Gracias, tú también.- la rubia menor se sonrojó levemente.- Extraño los chocolates que nos daba tu papá cuando volvías de la academia.

- Pues hoy andas de suerte Gaby.- revisó los bolsillos de la túnica.- No es de los que compra mi papá, pero los chocolates de Hogsmeade están deliciosos.

- Gracias.- una gran sonrisa en la pequeña Delacour se instaló mientras comía la golosina.

Gisselle repartió una barra de chocolate a Hermione y a la profesora McGonagall, Ron que también estaba ahí, esperaba tener un chocolate, en cambio Gisselle saboreó el chocolate frente a él.

-Buenas noches.- ingresó Dumbledore con tranquilidad, detrás de él venía Alastor Moody.- Se han de preguntar qué hacen aquí, así que debo informarles, que ustedes han sido elegidos para formar parte de la segunda prueba.

- ¿De qué forma participaremos, profesor?.- habló Hermione.

- Ustedes cuatro, son lo más valioso que tienen nuestros campeones, estarán sumergidos en el lago negro y cada campeón tendrá que salvar a lo que más valora.

- Eso suena peligroso.

- No lo es joven Weasley, el tiempo que permanezcan ahí no lo notarán, me encargaré de ponerles un hechizo para que estén en un sueño completo y el agua no los afecte.- los jóvenes compartieron miradas asustadas.- Comencemos.

La primer persona en ser encantada fue Gabrielle Delacour, Madame Maxime, se encargó de cuidar de ella, el segundo fue Ron Weasley, a quién Minerva McGonagall lo acomodó en un pequeño sofá para poder estar a cargo de Hermione Granger que fue la siguiente, por último, estaba Gisselle Lupin, confiaba en su director, pero eso no significaba que no le aterrara la idea de estar metros bajo el agua.

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