La casa de Sorty resultó ser otra de las miles que conquistaban las afueras de la ciudad. Pasaba desapercibida bajo un manto de enredaderas y demás plantas silvestres que, desde el exterior, daban la impresión de abarcar cada centímetro del interior de la vivienda. Sin embargo, los salones y cuartos estaban casi intactos, víctimas del tiempo, pero bien organizados.
Llegamos a ella casi a medianoche, teniendo que caminar un poco porque Willys se quedó sin gasolina... admito que la despedida no fue fácil.
— ¡No, no podemos abandonarlo! —Grité abrazando el auto.
Charlie me puso las manos sobre los hombros.
— Cristal... debemos continuar.
Levantó la vista al cielo conteniendo las lágrimas.
— Willys lo entiende.
— Él que no lo entiende soy yo —Murmuró Vipe, casi que cargado por Edward y aferrado al saco con las herramientas.
— Adolescentes... —Se quejó Edward, quien a pesar de sus heridas servía de apoyo a Vipe y sus bultos.
— ¡No mires hacia la luz! —Sollozó Sorty abrazando la parte trasera de Willys.
En fin, Sorty, antigua inquilina de la casa, fue la única que encontró la entrada entre la maleza y la oscuridad. Abrió la puerta principal, que mostraba signos de haber sido forzada hace muchos años, dando salticos. Tan pronto entramos se apresuró en subir a la segunda planta, entusiasmada y sin temor a tropezar.
<<De todas maneras no es como si fuera a perder la vida por un resbalón>>
Yo gozaba de mi vista nocturna, pero los demás debieron auxiliarse de la katana de Charlie y dos aparatos luminosos de Vipe para acomodarse en la espaciosa sala. Contaba de con humilde juego de muebles en el centro, lámparas de pared polvorientas, una alfombra y un televisor sobre su mesita. Las ventanas, complicadas de cerrar por las ramas que se colaban en ellas, estaban decoradas con cortinas rayadas de los mismo colores que reinaban: naranja opaco, marrón y amarillo. No habían cuadros, ni otro indicio de ambiente familiar.
Edward esperó a que Vipe se acomodara en un sillón para dejarse caer en otro.
— ¡Tres años pasándole por al lado a esta casa!, ¡tres jodidos años!
— Y nunca te percataste de su utilidad —Provocó Vipe, sonriendo con sus dientes faltantes.
— Nos servirá de refugio hasta que pensemos en nuestro próximo paso —Aseguró Charlie.
Él, Lily y yo nos compartimos el sofá, pero tan pronto estiramos las piernas Sorty apareció.
— ¡Todo es justo como lo recordaba! —Exclamó— ¡Vengan a ver!
Con cierta resistencia, los tres que ocupábamos el sofá nos pusimos en pie.
— Prefiero quedarme sentado, gracias —Dijo Vipe.
— Claro que lo prefieres —Apoyó Edward algo cansado—. También iré a la segunda planta; investigaré la casa en general. Científicos o no, debieron guardar un botiquín de primeros auxilios por algún rincón y unas pinzas. Ya es hora de sacar esta bala y bañar a casi desorejado en alcohol.
(En realidad solo tenía los bordes de las orejas un poco maltratados)
— No me gusta como suena eso —Confesó Vipe.
— Tranquilo, desorejado, sé lo que hago. Aprendí más que a disparar por mi profesión. Además, mira tu estado. Si todavía circula el agua por las tuberías, lo cual es improbable, tendrás que tomar una ducha a ver si encontramos tu cuerpo debajo de toda esa sangre.
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AntiSISTEMAs ✅
Science FictionEl SISTEMA es la mayor expresión del poder en este mundo dominado por la tecnología, sin embargo, un grupo de héroes, o mejor dicho, de desgraciados, intentará acabar con este. ¿Por qué?, porque cada uno tiene su propia historia llena de injusticias...