Hice un puchero.
Había escuchado unos vagos disparos y gritos seguidos por un ¡BANG! que me sobresaltó. ¿Intervenía o mantenía mi posición?, ¿sería de ayuda o acabaría siendo un estorbo? Mis pies acompañaban estas dudas dirigiéndome de un lado para otro, intranquila.
Me dejé caer de piernas cruzadas, abrazando a la ametralladora si de un peluche se tratase.
— ¿Qué hacemos? —Le pregunté a mi arma.
No podía permitir que mis acciones significaran una carga para los demás y participar en las partes importantes de esta historia tampoco me convencía. Me había tragado mi valor y me provocaba una mala indigestión.
— Te quedas.
¿Y si estaban en apuros?, ¿y si me necesitaban? Ya el Sol marcaba el mediodía; había pasado una cantidad de horas preocupantes.
Miré la ametralladora, como implorándole sabiduría a sus seis cañones. Nunca la había disparado. En mi primera arena, que resultó ser la última, me acobardé y casi pago ese error con la vida. Infiltrarme en el coliseo podría costarme la de mis amigos.
— "Amigos", personas con las que se mantiene una amistad.
— Amistad...
<<Suena colorido y alegre>>
— "Amistad", relación afectiva que se puede establecer entre dos o más individuos, a la cual están asociados valores como la lealtad, la solidaridad, la incondicionalidad, el amor, la sinceridad, el compromiso, entre otros, y que se cultiva con el trato asiduo y el interés recíproco a lo largo del tiempo. —Continuó aquella voz en mi cabeza.
Últimamente cada vez que se me plagaba la mente de incógnitas esa voz aparecía.
<<Tengo que ser leal y apegarme al plan... ¿A quién quiero engañar?>>
— ¡Vamos, compañera de seis cañones!, el señor Edward nos necesita. Tengo una corazonada.
Los ruidos retumbaban por los pasillos así que no tuve problemas para guiarme hacia al alboroto. Avancé, siempre alerta, con el corazón delatando mi nerviosismo. Me detuve ante una puerta de hierro en mal estado, los disparos provenían de adentro. Un cartelito indicaba "Cámara de tortu-" (Estaba roto).
— ¿¡Me extrañaste, Gantu!? —Dijo alguien del otro lado.
— Vipe... —Reconocí.
— ¿Por qué tardaste tanto? —Preguntó otro.
— Charlie... —Entendí.
— ¿Y por qué mierda te acompaña esa traidora? —Se enfureció un tercero.
— ¡Señor Edward!
Alcé la ametralladora en el aire con la intención de agujerear la puerta. Deseché esa terrible idea al instante, en el caso de que las balas atravesaran el metal podría herir a mis compañeros.
Entonces creí que lo más razonable era llamar a la puerta. Sujeté mi arma con una mano auxiliada de los propulsores, y pegué el otro puño a la puerta.
<<Que estupidez, mejor le doy una patada>>
Pero era más probable que me quedara coja a que lograra abrirla... así que... Mi mano chocó siete rítmicas veces contra el hierro. El alboroto en la otra sala continuó y nadie tuvo la educación de abrirme la puerta.
Estaba sumida en un análisis mental sobre qué hacer a continuación, cuando alguien del otro lado se estrelló contra el metal provocando una abolladura con la forma de su cabeza y un sobresalto por mi parte.

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AntiSISTEMAs ✅
Ciencia FicciónEl SISTEMA es la mayor expresión del poder en este mundo dominado por la tecnología, sin embargo, un grupo de héroes, o mejor dicho, de desgraciados, intentará acabar con este. ¿Por qué?, porque cada uno tiene su propia historia llena de injusticias...