AntiSISTEMAs ✅

XV: Lily

Con armoniosa sincronización centramos nuestra atención en Sorty quien, petrificada, sonreía sin parpadear.

No supe qué hacer, ¿qué le podría decir? "No te preocupes Sorty, que debas vivir sola y encerrada para siempre no es tan malo, estaré ahí para ti"

<<¡Que contradictorio!>>

— Esto lo cambia todo —Logró pronunciar Charlie.

— ¿Qué quieres decir? —Le preguntó Cristal.

— ¿No lo ves?, si la sangre de Sorty cae en manos de los Superiores contarán con un poder que ni ellos mismos podrán controlar.

— Puedo verlo —Respondió Vipe—, empieza con un "¿me pregunto por qué no murió en la lluvia de balazos?" y termina con un bombardeo atómico.

— Debemos tomar una decisión —Entendió Cristal.

— ¿Sobre qué? —Se extrañó Vipe.

— ¡No lo sé! Todo es muy confuso.

— En realidad, no podría estar más claro —Informó el señor Edward—. La loca se queda aquí, Vipe repara a Gabi con lo que encuentre y nosotros nos largamos al amanecer —Cambió el tono de voz a uno menos serio—. Uy, sí, que duro abandonar a la desdichada de la loca que nos traicionó una vez y nos ayudó otra. Muy penoso y triste, se nos exprime el corazón.

— Así hasta suena sencillo —Aseguró Charlie—. Sorty es lo más valioso y peligroso que existe, un milagro, una condena. Es tan inocente como culpable y nosotros somos lo único que no puede tener: Familia, normalidad, una vida; cuando desgraciadamente...

Vipe alzó los brazos y abrió los ojos.

— Solo... cállate. Las cosas como son: Que Sorty ande con nosotros es un riesgo.

Me llegó el turno de indignarme.

— ¿Estas de acuerdo en abandonarla?

— No, no quiero...

Sorty logró escapar de su coma mental.

— Mmm, siento que se aproxima un cambio de planes, jiji, ¿estoy en lo cierto?

Nos miramos. Sabía que Sorty seguiría con nosotros, solo debíamos pensar cómo sin promover el fin de la existencia.

Si nos hubieran concedido unos minutos más...

— ¿Qué es ese ruido? —Se extrañó el señor Edward.

— ¿Tú también oyes las voces? —Se impresionó Sorty.

— Dime que no lo haces, por favor —Suplicó Vipe al señor Edward.

— ¡Idiotas!, prestad atención.

Guardamos silencio. Un ruido lejano y constante empezaba a hacerse más evidente. Sufrí un pequeño déjà vu.

<<¿Dónde había escuchado ese ruido antes?>>

Fuera lo que fuera que provocaba el sonido, se acercaba. Mis amigos comenzaron a inquietarse.

— Tengo un mal presentimiento —Murmuró Cristal.

Edward apretó la mandíbula de repente, y lanzádonse sobre su martillo añadió:

— ¡Mierda!, ¡nos han encontra...

¡CRASHK!

Las podersosas y enormes hélices de una base militar voladora se llevó consigo la casa de Sorty. El techo del laboratorio desapareció.

El ruido era insoportable, así que me llevé las manos a las orejas y apreté los ojos como si ayudara, mientras la ráfaga provocada por las hélices intentaba arrastrarme junto con muchos objetos de la habitación.