Por la edad de mis captores y el lugar al que me habían traído, deduje que me encontraba en el territorio de Guz, el mercenario; Cristal nos había hablado sobre él. El aula en la que me habían encadenado a un pupitre tenía las ventanas rotas, por lo que los rayos del amanecer molestaban mis pupilas. Era todo muy estresante.
<<Tengo que salir de aquí>>
Las bisagras de la puerta chirriaron, seguidas por el retumbar de unas botas.
El hedor de aquel viejo flacucho infectó cada rincón.Lo seguí con la mirada.
Él agarró la silla al lado de la mesa del maestro y se sentó frente a mí. Me miró de arriba a abajo sin decir nada, traqueando los dedos. Cinco minutos después, se volvió a poner en pie y caminó hasta una ventana. Se quedó contemplando el muro que dividía las ciudades, visible desde allí, un largo rato, hasta que por fin abrió la boca.
— Una mañana como esta escucho un ¡BOOM! tremendo. Por esta misma ventana descubro una gran explosión, terrible, lo recuerdo como si hubiera sido ayer. Fue ayer. "Eso solo le pudo suceder a un escarabajo del otro lado", me dije, y mandé a mis monitos a saquear la zona antes de que la competencia se antojara. Que se estrelle un escarabajo no ocurre todos los días.
>> Llegan mis raticas y, ¿qué me traen inconsciente dentro de un saco? A una niña. ¿Cómo puede sobrevivir una niña a un explosión así? Curioso, ¿verdad? Pues te cuento: La niña estaba pataleando dentro de una especie de esfera que mis piojitos demoraron en desactivar. "Tiene que ser valiosa", me dije. Te pregunto, ¿lo eres?
No respondí.
— Quiero saber por qué estabas dentro de esa esfera, ¿te encerraron o te encerrarte?, ¿fuiste tú quién provocó esa explosión? Habla.
Continué callada.
— Bien, entiendo tu silencio. Hoy estoy de buen humor y, para tu suerte, muy interesado en ti.
Poco a poco me liberó de mis ataduras. Cuando iba por la última cadena se detuvo un instante.
— Nunca fallo un tiro, pero de hacerlo, el territorio está plagado de mis esclavitos. Ni se te ocurra escapar.
La llave giró dentro de la última cerradura.
Me paré al momento, masajeándome las muñecas y tobillos. Caminé hacia una ventana para apartarme del mercenario.
— Debe dolerte el culo, el golpe que te dio Chiripa en la cabeza te dejó inconsciente todo un día. ¿Tiempo sin dormir?
Lo ignoré.
— Mira, pequeña princesa, pude haberte matado, era la solución más rápida, sin embargo aquí estás y lo único que sé sobre ti es que le caes mal a los Superiores, o eso espero... Tu enemigo es mi enemigo, niña.
Dejé de mirar por la ventana e hicimos contacto visual.
— ¿Quién eres?
— Dime, niña, ¿quién eres?
<<La única que pregunta que todos sabemos responder... y para mí es imposible>>
— Nadie.
— Bienvenida al club, hoy día todos somos nadie y a la vez muchas cosas. Te pregunté quién eres.
Tardé un poco en responder.
<<Soy Lily... >>
— Un nombre no te hace diferente a nadie
¿Quién era? Una persona sin historia, pero con mucho para contar. Una carga, una luchadora. Una niña con esperanzas y decepciones.

ESTÁS LEYENDO
AntiSISTEMAs ✅
Science FictionEl SISTEMA es la mayor expresión del poder en este mundo dominado por la tecnología, sin embargo, un grupo de héroes, o mejor dicho, de desgraciados, intentará acabar con este. ¿Por qué?, porque cada uno tiene su propia historia llena de injusticias...