No esperaba que después de tantos años de pisos, colchones rotos y noches en vela, fuera a compensar la falta de sueño durmiendo como un rey sobre una silla de escritorio. Así de mucho disfrutaba las pequeñas comodidades.
Aunque...
<<No me puedo mover>>
Tenía las extremidades entumidas y cansadas, pedían a gritos una cama en esa enfermería de la que hablaba el niño rico. Habían heridas que su mayordomo de hojalata no lograba controlar.
<<Vamos, Vipe, levántate>>
Logré despegarme del asiento.
<<Quizás tenga una o dos costillas fracturadas... maldita sea. A este paso le deberé la vida a ese chico>>
Por más increíble que sonase, no quisimos tomar nada de lo que nos ofreció Tailon, pero acabamos recibiendo más de lo deseado. Ropa nueva (Que se molestó en ajustar a nuestro estilo), habitaciones propias, ¡baños con tinas de agua perfumada! La resistencia a ser "domesticados" se desmoronó en menos de 24 horas.
<<Una cosa es ser orgulloso, otra muy diferente es ser imbécil>>
Hasta acceso a su tecnología teníamos. ¿Segundas intenciones?, claro, no se había molestado en disimularlas. Su disposición a complacernos venía de la mano con un objetivo; éramos sus amigos comprados para un fin.
Y estaba consiguiendo lo que quería, o sea, bastaba con haberme visto correr por los pasillos a una velocidad que solo alcanzamos las personas descansadas, con mi impoluta ropa blanca. Sin mencionar que había terminado de programar el software de Gabi con recursos ajenos.
Aunque mis brazos acompañaban el rápido movimiento de mis piernas (Dentro de lo que mi invalidez me permitía), sostenía la bendita memoria USB con suavidad y firmeza. Ese rectángulo diminuto contenía el interior de la persona más importante de mi vida. Ni los vendajes que me cubrían, ni las pomadas que me untaron o las pastillas que en vano resistí a tomar, habían estimulado mi alegre caminar como la idea de saber que estaba a nada de recuperar a mi compañera.
Estaba buscando al señorito para darle la noticia de que finalicé el software de Gabi cuando me topé a Machín en los pasillos.
— Buenos días, Machín, cada día más guapo. ¿Dónde puedo encontrar a nuestro señorito?
— El señorito está ocupado ayudando a la señorita Cristal en el laboratorio principal. Precisamente me dirigía hacia allá.
Imité una reverencia y lo seguí. Le daba vueltas a la memoria USB distraído, seguro, atormentado. No tenía costumbre de sentir más de una emoción por mes.
— ¿Cómo amaneció hoy, señorito Vicente? ¿Sus heridas se encuentran mejor?
— En primer lugar soy Vipe, no "señorito Vicente". En segundo, sí, estoy bastante bien... gracias a ti.
Machín se giró hacia mí, quizás sorprendido, pero con gesto imperturbable.
— Te estoy dando las gracias —Aclaré.
El androide retomó la caminata.
<<Pudo haber sido un bello paso para que nos acercáramos más. Solo ha aumentado mi desconfianza>>
Machín abrió la compuerta del laboratorio y me invitó a pasar. Ignoré si entró detrás de mí, estaba buscando al señorito en medio de aquel nuevo espacio, de paredes blancas y perfectas como todo en aquella mansión.
El techo era mucho más alto que el de otras habitaciones y se las había arreglado para que la exagerada cantidad de equipos no sofocara al pasar. Me preguntaba si los Superiores en verdad tendrían laboratorios tan innovadores y completos como aquel.
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AntiSISTEMAs ✅
Bilim KurguEl SISTEMA es la mayor expresión del poder en este mundo dominado por la tecnología, sin embargo, un grupo de héroes, o mejor dicho, de desgraciados, intentará acabar con este. ¿Por qué?, porque cada uno tiene su propia historia llena de injusticias...