XIV: Vipe

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<<Como en los viejos tiempos, solo Gabi y yo>>

La sala nada más quedó ocupada por su dispositivo, mi persona y las piezas. Nos rodearon la tranquilidad, una grata soledad y paz... por 10 minutos.

— Déjame ver si entendí.

Respiré hondo.

— ¿Quieres que busquemos, ahora, un laboratorio secreto que todos obviamos que existe?, y repito, ¿que lo hagamos ahora?

— Exacto —Aceptó Cristal.

El viejo se dejó caer en un sillón, nuevamente.

— ¿A estas horas de la madrugada? —Continué.

— Pues sí.

— ¿Cuando los poderes del anticristo son más fuertes?

Miré de reojo a Sorty, quien sonrió, desde el sofá.

— ¡Por Dios, Vipe! —Exclamó Cristal.

— ¡Eso mismo digo yo! —Me defendí.

— Y yo te digo que esta tarjeta es idéntica a las que usaban esos locos de la Macro-Ciudad. Piensa, si sus experimentos los llevaron a huir hasta aquí es por algo importante.

— ¿No es obvio lo que vamos a encontrar ahí dentro?, ¡solo mira a Sorty!

La aprendiz de Satán ladeó la cabeza con inocencia.

Ed intervino.

— A mí también me despierta curiosidad ese laboratorio.

Cristal me lanzó una mirada victoriosa.

— Pero hay miles de motivos por los cuales ignorar ese lugar.

La cyborg frunció el ceño.

— Dame uno.

— No sabemos si podemos lidiar con lo que encontremos allí. Una cosa esta clara: Sorty es peligrosa.

Me tocó a mí disfrutar la victoria.

— Ha buen entendedor...

Cristal no se rindió. Atravesó la sala para arrodillarse frente a Sorty.

— Sorty, háblame de tus padres.

Los demás callaron y clavaron los ojos en ella.

— Son buenas personas, procuraban pasar mucho tiempo conmigo y cada vez que aprendía cosas de niña grande corrían a apuntarlo, jiji, me hacían sentir especial. Admito que me ponía triste cuando empezaron a encerrarse en su laboratorio, pero nunca me atreví a decírselo, mami es muy sensible. Papi la quiere mucho, siempre la consolaba diciéndole que no había nada que temer.

— ¿Temerte a ti? —Se aventuró a preguntar Cristal.

— ¡Que va!, ¡yo soy su angelito! Le decía que no había que temerle a los Superiores. Creo que al final me abandonaron por ese miedo... no paraban de repetir "Nunca debimos empezar este proyecto, ¡si los Superiores lo descubren destruirían a la humanidad!".

Lily miró al viejo, el viejo se giró hacia mí, yo clavé mis ojos en Cristal y Cristal sostuvo la mirada preocupada de Charlie.

— ¿A que se referirían? —Pensé en voz alta.

— ¿La clave para la inmortalidad? —Supuso Charlie.

— O algo peor —Murmuró Ed—. ¡Está bien!, buscaremos ese maldito lugar.

<<Parece que regresas a mi bolsillo, Gabi>>

— Debería darles vergüenza poner a trabajar a un inválido —Solté.

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