Desperté atormentado por el brillo del monitor, única fuente de luz en la habitación. Me froté las sienes y miré la hora que marcaba mi tablet.
<<¿Cuándo se hicieron las dos de la mañana?>>
Cambié de posición en la silla, con la esperanza de que se reajustaran los huesos de mi cuello.
Vipe también se había desmayado de cansancio sobre su asiento, abrazando el brazo mecánico que se había fabricado y con una página del plano de Gabi pegada en el rostro. No me había separado de él en todo el día y sentí cierta admiración por su dedicación, ni siquiera logró cenar.
<<Lo que le costó al pobre Machín atender sus heridas, él muy cabezón se negó a pasar por la enfermería>>
Sí, "Princesa", que era el nombre de la casa robotizada, tenía enfermería.
Aparté la mirada de su mesa y me centré en mis pensamientos. El tipo trabajaba sin descanso, por lo que no me extrañaría que en dos días o menos su chica ya estuviera con nosotros.
<<¿Y si le doy una pequeña sorpresa adelantando la impresión del físico?>>
Vipe se había pasado el día detrás de la PC perfeccionando el software de Gabi, pero no tenía ni idea sobre lo humano que podría llegar a ser el hardware.
Con esa idea en mente salí de la habitación. Machín me esperaba del otro lado, como era de imaginar. Hizo una reverencia y preguntó si necesitaba de sus servicios.
— Pues sí, Machín, tendré que molestarlo. Cubra a Vipe con una manta y llévele café por si despierta, querrá continuar con su trabajo. Mañana intentaremos encerrarlo en la enfermería, pues no confío en trasladarlo mientras duerme.
— Es muy benevolente con los invitados, mi señorito. La cena fue abundante y eligió los mejores cuartos para que se instalaran.
— Quiero ganarme la confianza de estas personas, los necesito. No te retengo más. Haz lo que te pedí y terminarán tus tareas por hoy.
Machín hizo una reverencia de despedida y se alejó en busca de la manta. Lo conocía y sabía que le incomodaba la presencia de extraños, aunque nunca lo dijera. Mas si todo salía bien, tendría que aprender a convivir con ellos por unos cuantos años.
Atravesé pasillos y elevadores en busca de mi habitación, solo deseaba entregarme al silencio del estado inconsciente para pausar mi agitado cerebro. Tanto meditar, organizar y hacer derretía mi energía. Sin embargo, cuando pasé por el corredor que daba a los cuartos de las visitas, encontré la puerta del cuarto de Cristal semiabierta.
Me asomé. En medio de la penumbra, la hoja de la katana le alumbraba el rostro. Estaba sentada en el borde de la cama centrada en aquel dragón brillante, con el puño cerrado fuertemente alrededor del mango y la mirada decaída.
Llamé a la puerta y tuve el atrevimiento de pasar. Ella no pareció sorprendida, ni se quejó cuando encendí la luz.
Me senté a su lado.
— ¿No puedes dormir?
— Han pasado demasiadas cosas en muy poco tiempo y no imaginé que contaría con un momento de soledad como este para que todo el peso de lo sucedido me cayera encima. No me estoy quejando, es agradable tener un lugar cómodo en el que dormir, pero algo se siente mal.
— Pasé por lo mismo cuando mis padres murieron.
— También has tenido pérdidas. Todos las hemos tenido alguna vez. Mi dolor no es mayor que el de nadie.
— ¿Eso es lo que te molesta?, ¿el dolor?
Puse mi mano sobre la suya que sostenía la katana. Frunció el ceño y apartó la mano.
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AntiSISTEMAs ✅
Ciencia FicciónEl SISTEMA es la mayor expresión del poder en este mundo dominado por la tecnología, sin embargo, un grupo de héroes, o mejor dicho, de desgraciados, intentará acabar con este. ¿Por qué?, porque cada uno tiene su propia historia llena de injusticias...