Volumen 1: Capitulo 24

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Erika de repente tiene una idea y esto se nota por la sonrisa picara que ella habia echo en un pequeño segundo.
Tras eso, decide nuevamente extenderle la mano y preguntarle muy feliz y con una sonrisa seria que causaba miedo en cualquiera que la viera, pero por algún motivo las alumnas del primero B, veían esta sonrisa macabra y retorcida, como algo lindo que las emocionaba…
“¡¿Te gustaría practicar conmigo el deporte Panzerschlacht?!.”
Agna, ignoro por completo esa sonrisa que le causaba miedo y respondió muy emocionada como si sus emociones y sentimientos estuvieran siendo controlados.
“¡Claro que si!.”
“¡Quiero estar contigo y divertirme haciendo lo que tu amas, porque yo siempre quiero estar a tu lado!.”
En ese momento, Agna no sabia porque decía esas palabras, pero por algún motivo salían de su boca y de una manera cargada de todo tipo de emociones alegres y felices.
Luego de que sucedieran todas esas cosas, Agna se disculpo con todos por causar este gran alboroto y se sentó en su banco.
Mientras estaba en su banco, ella miraba de reojo siempre a la derecha en donde se encontraba Erika.
Quería verla y observarla en cada momento.
Estaba encantada con ella, pero para su mala suerte, ella es muy tímida y no habla con nadie.
Sin embargo, Erika sabia que Agna la estaba mirando.
Erika solo esperaba a que Agna se acercara y hablara con ella y sus nuevas amigas, pero a pesar de esperar por unos minutos, ella nunca se acerco, es mas, Agna solo se quedaba a un lado observando como ellas hablaban y se divertían.
No puedo creerlo.
Pensé que nos habíamos echo amigas y que vendría a hablar con nosotras, pero parece que ella no quiere hablar con nosotras o es muy tímida para acercarse.
Me costaría creer que ella fuera tímida con lo que me dijo sin tapujos hace un rato.
A medida que el tiempo pasaba, me empecé a dar cuenta de que Agna nos miraba muy continuamente desde su banco y al notar eso, me di cuenta.
Ella obviamente quería hablar con nosotras, pero ahora Agna en realidad si se veía como una persona tímida que quería acercase a nosotras a pesar de no poder por algún motivo y ese motivo de seguro era que ella tenia miedo o vergüenza de acercarse a nosotras.
Al darme cuenta de su timidez con solo ver como nos miraba con mucha intriga, yo decido girar mi cabeza hacia donde Agna estaba y decirle con mi típica sonrisa y mirada estas palabras “¿Te gustaría venir a hablar con nosotras?.”
Ella se queda completamente callada, pero su expresión parecía brillar con mucha emoción.
Sus ojos oscuros se hicieron grandes en el momento.
La sonrisa de Agna era de puro encanto y felicidad.
Jajaj, nunca pensé que se alegraría tanto por invitarla a hablar con nosotras.
Me alegro de haberlo echo, ella parece muy divertida, tierna y amable.
Tras varios segundos, ella por fin me responde con un gran ¡Si! Y luego ella se en vuelve en timidez y vergüenza.
Sin embargo, las nuevas amigas de Erika al ver lo tímida y avergonzada que estaba, decidieron presentarse en un tono bajo para que el profesor no las oyera y para que Agna perdiera la vergüenza.
La primera en presentarse es la chica que estaba delante del asiento de Erika.
Ella parecía muy alegre y emocionada mientras giraba su cuello para presentarse.
Esta chica parecía la típica divertida y escandalosa.
“Holi, Holi, soy Blanca y parece que desde ahora eres una de nuestras amigas.”
Dijo entre risas.
Seguido de que ella se presentara, María le continua con un tono tranquilo y una sonrisa desde el asiento que estaba detrás de Erika
“Hola, no te apresures a hablar si no quieres, después de todo recién nos conocemos entre nosotras.”
“Ah, perdón, mi nombre es maría y espero que nos llevemos bien.”
Luego, una chica desde el otro lado de Erika comienza a hacer señales raras a Agna y ella se queda completamente confundida ante esas señas, pero Erika le aclara a Agna que a ella le gusta hablar con señales y que no se preocupara.
Sin embargo, Blanca la mira y le dice “Oye, no hagas esas señas.”
“No todos sabemos ese lenguaje.”
María tampoco se contiene y le dice a la que hablaba con señas “Oh…No hagas eso, Danna.”
“No ves que ella es tímida, asi que no la asustes y hagas que Agna nos vea como unas raras.”
Danna al fin deja de hacer las señas y suelta un suspiro agotado.
“Ustedes dos no son nada divertidas.”
“Tendrían que aprender lenguaje de señas al igual que Erika y yo, ¿Verdad?.”
Erika le sonríe y con señas le dice las siguientes palabras “No las molestes.”
“No a todos les gusta el lenguaje de señas.”
Danna al escuchar eso, asiente y se deprime, pero de igual manera se presenta frente a Agna…
“Como ya has escuchado, soy Danna y me gusta hablar por señales, asi que -HOLA-.”
Dijo ella mientras se deprimía y su cabello rubio largo se revoloteaba.
(Erika) “Bueno, bueno, bueno….Ahora que todas sabemos nuestros nombres, ¿Qué tal si te nos unes Agna?.”
Ella muy feliz asintió y Erika continuo hablando…
“Todas nosotras tenemos pensado unirnos al deporte de guerra, ¿Te gustaría tambien estar con nosotras e ir a practicar Panzerschlacht?.”
Ella se sorprende por tal pregunta.
A Agna no le gustaban los Panzers, pero ella quería tener amigas, asi que acepto con mucho gusto a pesar de sus gustos.
Luego de las presentaciones, Agna se incorporo al circulo de Erika y lo hizo un poco tímida.
Sin embargo, con el pasar de los minutos ella poco a poco se fue incorporando a las conversaciones que hacían entre Erika y sus amigas.
Por otro lado, Erika estaba muy feliz y encantada con todo lo que sucedía, o asi lo mostraba en sus pensamientos, porque su rostro era el de siempre, es decir, serio y frio.
Después de varias horas, las clases terminaron y ellas ya estaban libres y podían ir a donde quisieran, pero…
En el momento que esta termino, todas las niñas del curso se abalanzaron como oleadas de T-34 a Erika.
Ohhh, esta gente me esta llenando de preguntas.
No quiero quedarme por mucho tiempo acá.
Quiero irme rápido para usar un Panzer.
Todas las chicas del primero B, estaban encima de mí preguntándome y holgándome por todo. 
La mayoría de preguntas se basaban en mi y mi familia, mientras que los halagos venían a mi por el gran discurso que habia echo. Aunque cada vez que me Halagaban, me sentía un poco rara y con cosquilleos en todo el cuerpo.
Ah, me gusta que me halaguen y mucho.
¡Sigan haciéndolo!
¡Sigan haciéndolo!
Tras pensar y decirme eso en mi cabeza, vuelvo a mi yo.
Durante todos los diálogos que estaba escuchando por parte de las niñas, yo escucho mucho sobre los Panzers y sobre como mi Dialogo las emociono e incentivo con respecto a querer probar los deportes de guerra.
Eso me causo gran alegría y no pude contenerme en decirme a mi misma “Ja, parece que el discurso salió bastante bien.”
Aunque solo dije lo que pensaba, todo salió mas que bien.
Ante todo, me emociono y alegro.
Es por ese motivo que me levanto de mi asiento y digo muy fuerte “¡¿Qué tal si todas vamos al campo de entrenamiento y nos divertimos con los Panzer.”
Todas gritan de emoción y sus recientes amigas tambien lo hacen.

"Panzerschlacht": Una nueva vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora