Capitulo 40: Chicos, queremos contaros algo.

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Hola hola! Os traigo un capitulo, recien salido del horno! jajajaja xD Hoy ha sido un día de perros, y no he podido terminarlo antes.


Espero que os guste, intentare subir otro de Los gordos también aman, pero me temo, que sera difícil.!


¡VOTAR, COMENTAR! Please, a los nuevos fans ¡HOLA! os animo a comentar, no muerto, no me molesta vuestra opinión, al reves! Me encanta saber vuestra opinión.


Un besito a todos! Os quiero!


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P.O.V Ainhoa.

-Si me hubiera quitado el abrigo, con la vecina presente, ¿Qué hubiera pensado de mi? Solo con el abrigo, y la ropa interior...- Dije mordiéndome el labio.

Se pegó a mí y puso ambas manos en mi trasero. Gemí cuando me pego contra su cuerpo, pude notar que ya estaba excitado. Desde que habíamos hecho el amor por primera vez no lo habíamos vuelto a hacer, con todo lo que paso con Lorenzo.

Me tumbo en el sofá mientras me besaba casi desesperado y se frotaba fuertemente contra mi intimidad. Gemí cuando se deshizo de mi sostén y lamió mis ya duros pezones.

Mientras jugaba con mis senos bajo una de sus manos y se deshizo de mi tanga, y empezó a jugar con mi clítoris. Gemí cuando introdujo dos dedos en mi intimidad, estaba a punto de llegar al clímax.

-¿Do... do...donde has aprendido todo esto?.- Dije agitada con el ceño fruncido.

-Sergio me dio algunos consejo.- Dijo besándome de nuevo.

Me deshice de su ropa interior y con mis manos masajee su miembro, sacando roncos gemidos de su boca, que se entretenía lamiendo mis senos.

Intente alejar su mano para no terminar sin que me penetrara, pero no me dejo alejar su mano. Cogió mis manos y las puso en mi vientre, las dos cogidas con una de sus manos.

Bajo hasta mi intimidad y me lamió de arriba a abajo mientras seguía metiendo y sacando sus dedos. Gemí más fuerte cuando empezó absorber mi clítoris. No pude evitarlo y llegue al clímax en su mano, mientras lamía mi intimidad.

Se puso el preservativo y después me penetró; Empezó con embestidas lentas, mientras jugaba con mis pezones. Le besé apasionadamente, llena de lujuria, de pasión, de placer. Grite cuando sus embestidas se volvieron más fuertes y rápidas.

Bajo su mano hasta mi intimidad y me acarició el clítoris. Gritaba de placer en sus labios mientras me besaba desesperado ya, podía sentir que le quedaba poco para terminar. Negué con la cabeza mientras tiraba del brazo para que dejará de torturar mi clítoris, sonería travieso.

-Para...- Dije en susurros.

-No..- Dijo con la voz ronca.

Luchare por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora