Capitulo 5

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Saliendo de un bar de mala muerte, de entre los muchos que se pueden encontrar por la ciudad, entre la desesperación y la embriaguez me detuve a pensar lo magnifico que del hecho de ser una mujer. Poseen el don de dar vida entre sus vientres, pero también carecen del poder de destruir el mundo plasmado como advertencia en la frente, ellas podrían dominar el mundo si quisieran pero sin tan... benevolentes que nos permiten gobernarlo para hacernos sentir útiles.

Por eso respeto y agradezco cuando estoy en medio de sus piernas, porque tener intimidad con los dioses no es algo que a los mortales se les conceda con frecuencia.

Diario de un ansiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora