Capitulo 76

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La mire y sonreí, no tuve el valor ni la fortuna de besarla, estábamos ahí bajo las estrellas en medio de la calle y le invite un helado, los nervios me invadieron.

La vi en su forma natural y podía jurar que era la mujer más hermosa, me atrajo su esencia y sus sueños, la forma en que me miraba y sonreía, sus nervios iguales a los míos y nuestra química.

Me resultaba bastanteirónico, ella tan radical y decidida y yo... bueno, yo tan desconfiado yanalítico, tan espontánea y homogénea y yo tan amargando y lleno de misterios.Me atrapo y caí complacido en sus redes, me ato y no me resistí siquiera a susencantos, sabía que me dolería, pero qué más da. Mejor que duela amarla y verlairse, que pensar el lo que pudo ser y jamás será.


Diario de un ansiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora