Si, suena alocado pensar que se puede erradicar todo recuerdo de un lugar, que se pueda ocultar la mínima existencia de algo tan normal pero, ellos tenían sus razones y quien era yo para justificarlos.
Esa es mi historia, esas son las cosas que me atormentan cuando llega la penumbra y me abraza la noche, son los motivos claves por los cuales comencé a escribir sin llegarme a imaginar llegaría tan lejos; era insólito pensar que un diario se convertiría en la declaratoria de mi repertorio oculto, que dejaría caer las sabanas blancas y mostraría quien era y en que me he convertido. Volviendo a la realidad ahora que no tenía cómo escapar de mi vacío, la casa era inmensa y aquellas llaves que solía frecuentar para correr en mi auto ya no eran más que un accesorio de la mesa, no servían para nada ahora.
Tome el teléfono y pensé una y mil veces en llamarle, en decirle que no la extrañaba pero me interesaba saber de su vida, no quería buscarle pero no dejaba de pensarla, me tildaba de Dios pero en realidad era un medio humano, y por lo tanto tenía dentro todos los demonios, los mismos que me confirmaban que no soy de este mundo, frecuentaba sin límites la aurora, habitaba con frenesí el espacio. Había perdió mis miedos incluso a la muerte, solo me intrigaba esta tierra ajena y agresiva, cada quien se mataba con su propia arma. Estados llenos de fusiles, humanos capaces de destruir al mundo con un dedo, y yo solo era un Dios armado de valor y espada.
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Diario de un ansioso
RandomQuizás es extraño... estoy escribiendo la última parte de mi historia como si este fuera el final, nunca pensé llegar a contar tantos secretos y menos todos en un mismo lugar, no incluso cuando pase años ignorando mi pasado y mis malos hábitos. si...