Capitulo 27

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Desperté cerca de las 9:30 AM, todo por culpa de los ruido a fuera de la tienda de mi madrina, si había que destacar algo es que mi madrina era una española de antaño, una mujer guerrera que había sacado adelante a su hija sola y que tenía el pensamiento radical que toda mujer puede vivir y salir adelante sin un hombre a su lado, y para serles sinceros le creo. Es una mujer poderosa, prácticamente el dinero no es más que un aditivo para ella, amasó una fortuna desde muy joven con su carrera como farmacéutica y siempre la admiro.

Retomando en lo que me quede, los ruidos eran desesperantes, alguien azotaba sin misericordia las vitrinas de la tienda diciendo "ES MENTIRA, ES MENTIRA", desconcertado levante la cabeza por encima del mueble y vi que mi hermana ya estaba en casa. Recuerdo el momento exacto en el que mi corazón se detuvo y una voz emergió de mi cabeza suprimiendo todas mis emociones, escuché a mi madrina decir con voz entre cortada...
— "Tu padre falleció"
Me quede atónito, vi aquel reloj detenerse justo a las 10:15 y aquella voz decía lo perdimos, perdimos la posibilidad de verlo al final del día. Lo que el no entendía es que no era el final del día, era que no volvería a verlo ni siquiera al comienzo de ningún otro, jamás.

Mi madre llegó, todo iba tan rápido y yo veía el tiempo pasmado. Cuando tome conciencia estábamos en su funeral y yo solo estaba ahí parado junto a él. Quería inundar aquella sala en lágrimas pero la presión social de cargar con mi familia y ser el apoyo era más importante, mi error fue ese. Perder mi vulnerabilidad por echarme a mi familia al hombro y no me arrepiento, había perdido a mi padre pero seguido a eso me había convertido en el en ese mismo instante. Jamás volví a ser aquel chico que lloraba por perder su lápiz, me convertí en el hombre que jamás volvió a llorar ni cuando perdió a sus 6 familiares en menos de 6 meses.

Diario de un ansiosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora