Llevaba unos días saliendo con una chica y me hacía gracia él como inicio todo.
Aquel 27 de octubre no era un buen día, había invitado a unos colegas a beber en mi casa y... jamás llegaron, me dejaron con las botellas llenas y los harapos puestos. Eran casi las 12:00 pm y estaba ebrio, dolido y nostálgico, no tenía muchos amigos en general y unos días atrás la chica con la que prometí casarme se había ido, quizás por mi culpa, pero qué más da, todo estaba del carajo. En medio de conversaciones vacías y mientras tocaba el piano con una copa de whisky llegó su mensaje.
—estás bien? Sé que nunca hemos hablado, pero aquí estoy por si necesitas algo, todos estamos para ayudarnos.
En ese entonces solo tomé el teléfono y le contesté que sí, que necesitaba desahogarme porque me sentía solo, estaba herido y algo ebrio entonces sí, quería hablar con alguien aquella noche.
Coincidimos. Entre todoslos millones de personas que pudieron ser ella llegó por cuenta propia, ella mevio a través de la bruma. Éramos completos desconocidos... quizás uno con máscicatrices que el otro, uno con miedos y el otro armado de valor, uno confantasma del pasado y ella, bueno ella estaba ahí para ayudarme.
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Diario de un ansioso
CasualeQuizás es extraño... estoy escribiendo la última parte de mi historia como si este fuera el final, nunca pensé llegar a contar tantos secretos y menos todos en un mismo lugar, no incluso cuando pase años ignorando mi pasado y mis malos hábitos. si...
