Era bueno, no que va era mejor que cualquier otra cosa en el mundo. Fue como abrazar las nubes mientras lentamente volábamos por el firmamento, era como poder tomar, caminar, jugar e incluso soñar con la misma persona y luego reírnos de ello. Joder estábamos en la luna, en la maldita luna chica.
Fugaz como aquellas estrellas que admiraba, el entorno casi carcomido y embriagado por nuestra autora, se sentía el amor en el aire y extrañamente me gustaba, bueno me encantaba ciertamente. Ella era tan suya y yo era tan de ambos, me dispuse hacerla feliz y si sabía que quizás no fuera para siempre pero... había aprendido, disfrutaría de su maravillosa compañía lo que el tiempo me dispusiera a tenerla, y el día en que tuviera que verla marchar brindaría por todo lo que vivimos juntos, y esta vez las botellas sería más por felicidad que por tristeza, por qué al final del día ella fue mía y para el mundo, y mis libros son para el mundo y solo ella les dio sentido.
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Diario de un ansioso
RandomQuizás es extraño... estoy escribiendo la última parte de mi historia como si este fuera el final, nunca pensé llegar a contar tantos secretos y menos todos en un mismo lugar, no incluso cuando pase años ignorando mi pasado y mis malos hábitos. si...