PROPUESTA

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Candy visitaba a Eleonore todas las noches, tenía la idea de que le estaba tomando cariño, pues al verla llegar le cambiaba el semblante y sonreía a pesar de que no permanecía toda la noche, ella siempre se salia en cuanto Eleonore no aguantaba el dolor, siempre la hacía salir antes de que la doctora que la atendiera llegara a darle los medicamentos.

Candy comenzó con los examenes, a pesar de estudiar mucho, se sentía nerviosa, no quería fallar, cada que el cansancio se apoderaba de ella recordaba a los niños y a sus "Madres" para no dejarse caer.

Se mantuvo los próximos dos meses siguientes desvelandose para poder visitar a Eleonore y repasar sus apuntes, acostumbraba leer los diarios para contarle todo sobre Terry, pero esta vez leyó otra grata sorpresa, ahora de quien se hablaba era de Anthony.

En la portada se podía ver una fotografía de él con una gran sonrisa, al abrir la sección cultural resaltaba el apellido Brown.

"Es un honor saber que en nuestro país existan jovenes tan talentosos con apenas diecisiete años, Anthony Brown consiguió que una de sus pinturas sea exhiba en la sala del Museo  Metropolitano de Arte situado en Manhatan.

Nuestro orgullo nacional asegura que a pesar de contar con una buena vida económica no fue fácil llegar hasta donde está, ya que a muy temprana edad lamentablemente perdió a sus padres, asi refugiandose en el cuidado de las flores hasta que finalmente encontró su vocación en la pintura artística.

Por nuestra parte agradecemos que haya encontrado su camino a tiempo y asi poder deleitarnos con sus grandes obras. Aun no se sabe con exactitud a partir de cuando se podrá ver uno de sus cuadros en la gran sala, esperemos que sea pronto"

Candy se sintió muy feliz por él y ahora mas que nunca se alegraba de haber tomado la decisión de alejarse de ellos, los tres estaban logrando lo que una vez imaginaron.

También en una de las cartas que le escribió Paty le decía que tenían indicios del paradero de Stear, aunque aun no era algo certero existía la esperanza de encontrarlo con vida, los militares enviaron una carta pidiendo a los familiares de los americanos hospitalizados que fueran a reconocer a los pacientes que aun estaban heridos.

Ese mismo día la Señorita Emily le informó que ya estaba capacitada para estar de guardia junto con otra compañera con la que a penas cruzaba palabra, ahora era Ruth quien intentaba quitarle los nervios, le aseguró que no era problema ese turno, Candy también se daba animos a si misma pero lo que mas le preocupaba era ya no poder visitar a Eleonore.

Le contaron a Carlo del cambio de guardia, él también la tranquilizó repitiendole lo que Ruth le había dicho, Candy solo sonreía.

Ya de noche Candy se acercó a Flammyng para que le diera algún tipo de instrucción pero no obtuvo nada, ella solo se limito a decirle cual era su lugar y se apartó, su compañera hizo lo mismo, le dio la espalda y sacó un libro perdiendose en el, Candy se sentó sin hablar, cruzó los brazos y esperó a que alguien la pusiera a trabajar ya que era obvio que no habia nada mas que hacer.

Por la madrugada tocaron la puerta, era Eleonore, se le veia un poco mejor no necesitó que nadie le ayudara, aunque su caminar era un poco lento y su postura encorvada, saludó a las tres chicas, al pasar se detuvo frente a Candy.

-Necesito que ella - la señaló - venga conmigo - Flammyng y la otra chica se miraron entre si con duda
-Si necesita algo, yo con gusto podría asistirle - al decir esto Falmmyng dio un paso entre Candy y ella
-No es necesario, la quiero a ella - Flammyng resopló y ni siquiera miró a Candy
-Ya escuchaste - su tono fue duro - ve con ella
-La retendre por mucho tiempo asi que no la esperen - Flammyng frunció mas el ceño y esta vez si la miró con desden, la otra interna solo observaba la escena también con recelo
-Entiendo - fue lo único que pudo decir a regañadientes.

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