CONFIDENCIALIDAD

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Antes de partir Candy fue al Hogar de Pony para despedirse de todos, les contó a sus "Madres" sobre como piensa ayudarlas, le dieron unas ganas intensas de llorar cuando escuchó de la visita de Terry y en un acto de reflejo recordo a Anthony y sus ultimas palabras, por eso trepó el "Padre árbol" donde dejó todos sus miedos y dolores del corazón, se sentó hasta la parte mas alta para que nadie pudiera verla y asi llorar hasta sacarlo todo, ahora con el consuelo del árbol se preparaba para la nueva etapa en su vida.

No tenía animos de bajar, quería pemanecer en esa rama por siempre pero sabía que tendría que hacerlo en algún momento, se armó de valor, después de un rato mas para asegurarse de que ya no tenía lagrimas que se le pudieran escapar, bajó con mucha calma, ya no sentía tanto peso, pareciera que "su padre" le había dado el consuelo que tanto necesitaba, conforme avanzaba a la cabaña comenzaba a sonreir y a subir la velocidad de su caminar, por su mente pasaba el futuro que buscaba, imaginaba a los niños formados para su revisión y ella con su bata blanca.

Candy comenzó a caminar con normalidad y a sonreir mas, después comenzó a correr, ahora les gritaba a los niños para que salieran, ellos comenzaron a asomarse uno a uno junto con sus "Madres" ellas un poco intrigadas.

-¡Aun hay sol! - con ademan los invito a acercase a ella, los esperaba a mitad del patio - ¡juguemos! - seguía gritando - ¡el último en llegar al árbol dormira con las gallinas! - todos los niños echaron a correr tras de ella, la Hermana María y la Señorita Pony sonreían.

Candy bajó el paso dejando que los niños llegaran antes, cargo a un par para ayudarlos, los que ya estaban allí treparon burlandose de los que aun no llegaban o los que no sabian trepar, Candy bajó a la última niña pequeña que ayudó y se dejó caer al pasto fingiendo cansancio.
-No puede ser, tendré que dormir con las gallinas - todos los pequeños se carcajeaban.

El resto de la tarde Candy siguió jugando, subian y bajaban del enorme árbol o corrian por todo el lugar, ya se sentía mejor, las sonrisas y abrazos de todos ellos la llenaban de energía, esperó a que anocheciera para merendar con todos, después acompañó a cada niño a su cama, a todos les prometió volver y seguir jugando, algunos lloraron, los mas pequeños solo decían que sí sin entender del todo, los arropó y salió rumbo al comedor.

La Señorita Pony le sonreía, la esperaba sentada, ella se sentó a su lado
-Esperemos que estos cuatro años se pasen rápido - le acraciaba la mano - te extrañaremos mucho
-Yo volvere tan pronto como pueda, no podría estar mas tiempo sin ustedes -  la Hermana Maria sonreía con ternura
-Nosotras tampoco, lo que te ruego es que busques ser feliz, sigue sonriendo - se le quebró un poco la voz - sera todo un placer tenerte de vuelta - Candy se levantó y las abrazó, comenzó a llorar, ahora por tener que alejarse de ellas.

Después del emotivo momento Candy subió al auto que la esperaba en la entrada, se limpió las lágrimas, levantó la cara y le sonrió a George
-¿Esta lista señorita? - también sonriendo amablemente, ella asintió, volteó a ver a sus "Madres" paradas en la entrada llorando mientras el auto avanzaba.

Cuando llegó a la mansión se encontró con Paty en el pasillo muy afligida
-¿Esta todo bien? - Paty sostenía el diario entre el pecho y sus manos con preocupacion, Candy abrió su puerta, la dejó pasar, Paty la abrazó en cuanto cerro y empezó a decirle que estaba muy intranquila por Stear.

Le enseñó el periodico, Candy comenzó a leer detenidamente, al terminar volvió a abrazar a su amiga, suspiró para buscar las palabras correctas, se separó y le sonrió
-Esto no significa que esté todo mal, en el ejercito existen muchos aviones seguramente él no estaba en uno de esos que cayeron - Paty no dejaba de llorar
-¡Hay Candy! se que me lo dices solo para darme esperanzas, pero tengo un mal presentimiento
-No pienses de esa manera veras que pronto tendras noticias de Stear asegurándote que muy pronto regresara por ti - lo que decía Paty era cierto, Candy tambien estaba tan preocupada como ella por su amigo.

UtopíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora