Utopía

DISCRETA

Llegó al pasillo de las habitaciones para las internas, un joven de pelo negro con el uniforme de guardia estaba sentado en un pequeño escritorio, se levantó en seguida que vió a Candy acercarse.

-Buenas noches señorita - le sonreía
-Buenas noches, ¿me podría decir que habitacion esta disponible? - el joven revisó sus hojas
-La penultima habitación de lado izquierdo - el no dejaba de sonreír
-Muchas gracias - Candy sonrió y comenzó a caminar
-Espere, ¿cómo se llama? - Candy retrocedió un poco - perdón, es para el registro - señaló las hojas
-Candice White... - ya no quiso decir el apellido
-Mucho gusto - él nunca dejó de sonreír - la anotare
-Gracias - se giró para seguir
-Yo me llamo Carlo - le dijo de sopeton - Candy volvió a girar y con una sonrisa
-Mucho gusto Carlo, debo irme lo siento - le urgía llegar para evitar regaños
-Claro, disculpa, linda noche - todo el tiempo mantuvo la sonrisa, se volvió a sentar hasta que Candy desapareció.

Al entrar en la habitación Candy revisó cada rincón con la mirada, solo contaba con la cama y un pequeño armario vacío, tambien la ventana era pequeña, el color de las paredes eran melocotón.

<Esto es maravilloso lograre curar a los niños, no me dare por vencida> se recostó en la cama, usaba sus brazos de almohada, miraba el techo <¿Qué le habrá pasado a la madre de Terry? Realmete no se le veía bien y por lo visto tampoco era la primera vez que la atendían, ¿por qué vendra a este hospital?, espero que se recupere pronto >

Pasó un rato más pensando en ella, su aspecto demacrado la intrigaba, después de eso se acomodó para dormir no quería cometer el error de pararse tarde, no desempaco ni se cambió por la pijama, solo se recostó de lado.

Por la mañana se levantó tan rápido como pudo, tomó su maleta, salió rumbo a la oficina, no sabía que hacer asi que fue a buscar a la viejecita para las instrucciones, corrió para no perder mas tiempo, las demas chicas la miraban con la boca, abierta al notarlo bajó la velocidad
-Señorita Candy - el guardia se levantó - buen dia - ahora se levantó el gorro y bajo la cabeza - que gusto verla - Carlo sonreía como la noche anterior, se le acercó al oido, tuvo que inclinarse un poco puesto que era mas alto que ella - no debemos correr por los pasillos - fue un susurro
-Lo lamento me deje llevar por la emoción - se rascaba la cabeza
-No se preocupe, yo no le dire a nadie - él le guiño un ojo, Candy sonrió
-Prometo que no lo hare de nuevo.

-¿A dónde se dirigía?
-No me hables de usted es muy incomodo ademas de que no estoy tan grande
-Claro Candy como gustes, ¿a dónde te diriges?
-Voy a la oficina de la Señorita Emily
-¿Porqué llevas tú maleta? No me digas que me... - corto el comentario y se sonrojó - me refiero a que dejas el lugar tan pronto
-No, es solo una petición de ella
-Que bien, me da gusto, pero la Señorita no está, mejor busca a Flammyng, ella es la encargada de las internas, esta en el pasillo del centro, seguro ya estan en clases.

Candy se alarmó eso era lo que quería evitar, le agradeció al guardia echo a correr olvidando lo que hace un rato le dijeron
-¡No co...! - ya no le dio tiempo de terminar.

.......................

-Terry ¿Porqué estas tan cambiado últimamente? - él la miró sin contestar
-No se de que hablas
-Estas asi desde que hicimos el estreno en Ilinois
-No es nada Susana - Terry no dejaba de mirar el guion que sostenía, ella se sentó en la butaca de a lado
-¡Terry! - hizo una pausa, se acomodó en su butaca un par de veces mas, aprovechó que la mano de él estaba posada en el descanso y la tomó, Terry solo esperaba extrañado - yo he querido hablar contigo desde hace mucho - él no le tomaba la mano pero tampoco se soltaba del agarre.

-Yo... Yo... - Susana suspiró - estoy enamorada de ti - Terry jaló su mano y se levantó, ella hizo lo mismo - ¡por favor Terry escuchame! - lo sujeto de saco al ver que se giraba - no es un pecado amar, no es mi culpa, si no de este tonto corazón, si me dieras una oportunidad sabrías que nadie te va a amar tanto como yo lo hago
-¡Susana!
-Por favor Terry - se puso en frente de él para evitar que se marchara - solo dejame demostrarte lo que estoy dispuesta a hacer por ti - le agarro firme las solapas se acercó aun mas, estuvo a punto de poner sus labios sobre los de él, Terry se puso mas derecho para evitarlo, le sujetos las manos con un poco de fuerza para evitar que lo jalara hacia ella- pideme lo que quieras y lo hare por ti, yo soy capaz de renunciar a todo si eso te hace feliz.