REVELACIÓN

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-Me alegra escucharte hablar así, todos merecemos ser felices - le sonrió- ¿necesitas algo?
-No, ya todo lo tengo cubierto, mí barco saldra muy temprano, por eso me despido desde está noche.
-¿Cuándo volveras?
-Espero regresar dentro de tres semanas, también espero... no volver sólo -Terry se sonrojo
-Eres un buen chico, veras que ella aún te espera -Su madre le acaricio la mejilla y sonrió junto con él.

Terry dejó a su madre con un beso en la frente, teniendo muchos nervios, se sentía emocionado por la idea de volver a ver a Candy, aunque,  también dudaba que Anthony no haya intentado nada durante su ausencia, ya que, reconoce que ha sido demaciado tiempo el que dejó pasar.
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Candy se instaló en la misma habitación que tenía desde su adopción, no desempacó para no olvidar nada, estuvo dando vueltas en el cuarto viendo todo sin saber que hacer hasta que abrió las cortinas para dejar pasar la luz del sol, permaneció en la ventana contemplando el rosal que estaba en frente, después de un rato se recostó en la cama con los brazos usandolos de almohada.

<Espero que este viaje me ayude en lo que más quiero, no pretendo ser una carga para nadie, le pagare todo a Albert, es una promesa, me esforzare al doble  aún más cada día para lograrlo -suspiro con desgane- espero que Eliza ya no tenga tanto rencor hacia mi para poder sobrellevar más está situacion; me emociona volver a ver a Paty y a los muchachos, aunque, él dolor que siento al ya no poder ver a los niños y a mis "Madres"  no me dejan estar en paz, deseo que él tiempo se pase rápido, ya sólo me queda esforzarme por todos ellos> Un toquido la hizo reaccionar, levantó medio cuerpo.

-¿Quién es?
-Soy yo, Doroty, ¿puedo pasar? - se levantó por completo y abrió
-Pasa - Doroty se quedó a media puerta
-Me enviaron a informarte sobre la cena, puedes bajar en cualquier momento
-Gracias -Doroty sonrío y comenzó a girar el cuerpo para cerrar - me da mucho gusto saber que no te fuiste a México
-Preferí seguir aquí, la familia Andrew  es muy buena conmigo - Candy se levantó por completo, la tomó del brazo y sonrió, comenzó a caminar con ella
-Si yo también les debo tanto -
-Es cierto, fue una suerte que te salvaran de los Leagan
-Nose que hubiera sido de mi si siguiera bajo sus reglas-  dijo Candy mientras bajaban las escaleras, siguieron platicando hasta llegar a la entrada del comedor.

Doroty se metió a la cocina para ayudar a servir, Candy se dirigió a la mesa donde ya estaba Albert, no la notó llegar ya que tenía la cara cubierta con un gran periodico
-Lamento la tardanza - ella se sentó a lado de Albert, mantenia la vista sobre la mesa, tenía miedo de ver lo que el periodico podría tener referente a Terry; Albert lo bajo y doblo unos segundos después, se acomodó en su silla.
-Lo siento, tengo que estar informado para mantener los negocios de la mejor manera.

-No tienes que disculparte, yo entiendo - la servidumbre comenzó a servir- debe ser un trabajo muy pesado - Candy continúo
-Ya me he acostumbrado, en un inicio me costó entender sobre finanzas, pero ahora es más sencillo - Albert se acomodo en la silla - mejor dime ¿tus cosas estan ya listas para tu viaje de mañana?, esperó que tu también -Albert se metia un bocado -Claro, no he movido nada de la maleta para no olvidar algo.

-Espero que con esto logres cumplir lo que tus "Madres" buscan - Candy comenzo a comer
-Sí, yo espero lo mismo - respondió con tristeza y resignacion - durante la cena Albert platicó sobre sus planes a futuro; pensaba construir un albergüe para animales, dónde podran estar libres a medida de lo posible. Candy lo veia emocionado, feliz; por eso es que se epeñaba más a hacer ese viaje, para lograr, algún día, estar igual de contenta, aunque él camino no será fácil.

La cena continuó, platicaron de las aventuras que han tenido, los cambios que ahora rigen sus vidas, Albert sonreia siempre abiertamente, eso. Llegó el momento en el que ya no quedaba nada en los platos, Albert estiró los brazos hacia arriba al tiempo que daba un gran bostezo. -Disculpame Candy, me ire a mí habitación, mañana seré yo quien te acompañe al puerto- Se levantó, acomodó la silla.

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