Ya han pasado dos semanas desde que Candy mando esa carta a Albert esperando que, la decisión que ahora toma realmente ayude a sus "Madres", aunque, a ellá no le parezca, cree que, sí lo hace, cumplira con lo que prometió a todos sus seres queridos.
El carruaje llegó al hogar de Pony, todos allí estan muy tristes, los niños ya recuperados abrazan y besan a Candy
-Visitanos por favor
-No nos olvides- Se escuchaban los comentarios de los niños que no dejaban ni que caminara
-Jamas lo haré, ¿se portaran bien en mí ausencia? -Les decía mientras intentaba hacerlos a un lado.-Ya niños dejen que se marche o haran que se retrase -la Hermana María comenzó a jalarlos ligeramente para abrirle pasó
-Gracias Hermana- Candy sonrío con un poco de tristeza y abrazo a la monja, se le pusieron los ojos llorosos
-No te preocupes yo cuidare muy bien de ellos en tu ausencia, mientras, tu cuida de esto -se le escuchaba la voz entrecortada, le pusó algo en las manos.-Tu asegurate de ser feliz Candy -le dijó la Señorita Pony - quién también se acercó para abrazarla, Candy vio lo que tenía en las manos, se le escapo una pequeña lágrima, que se limpió en seguida, al descubrir el crucifijo que siempre colgaba del pecho de la Hermana- nosotras te estaremos esperando con los brazos abiertos
-Prometo regresar, veran que estaran orgullosas de mí.Candy subió al transporte con un nudo en la garaganta recordandose el porque de su partida para mantenerse firme en su desicion.
Después de un rato de viaje, ya está llegando a la mansión un poco ansiosa. Los cambios en su vida le han traido un sabor agridulce. El portón está un poco vacío, haciendo resaltar la ausencia de Anthony, en su rostro se dibuja una pequeña sonrisa al recordarlo, ahora ya no sintió tristeza como antes.
Observaba cada detalle, en un par de ocaciones se le escaparon unos suspiros, veia como la gran casa se hacia cada vez más grande, los sirvientes ya estan en la puerta principal esperandola. Acomodó sus cosas, se aliso el vestido y se preparo para salir con una sonrisa.
-¡Hola Candy!, es un gusto verte
-¡Hola Doroty! -en seguida se avalanzo a abrazar a su amiga en cuanto bajo del último escalon
-Candy me retaran si me ven-intentaba quitarse los brazos de encima
-Lo siento es que de verdad estoy muy contenta de verte
-Señorita podría entregarme su maleta -Le hablaba un sirviente nuevo al tiempo que extendia su mano para tomar sus cosa
-No se preocupe puedo hacerlo yo.-¡Candy ya llegaste, que gusto! por favor preparen algo de comer -Albert se dirigió a Doroty, se le veia muy contento, salía de la puerta principal vestía un traje color gris una camisa negra, el boton que llegaba al cuello está abierto, su rostro estaba totalmente descubierto, su pelo ahora era más corto, extendió sus brazos en cuanto llegó a ella, con un poco de fuerza la pego a su pecho, la miró con una gran sonrisa. Candy comenzó a dejar ir esos nervios y esa ansiedad que traía, también le sonrió y abrazó.
-No, ya comi, mis "Madres" me prepararon algo antes de salir
-Bueno, deja que Robert tomé tus pertenencias y acompañame al despacho para que me cuentes bien porque estas aquí y como puedo ayudarte -Candy obedeció y enseguida tomó el brazo de su amigo, se recargó en su hombro sin pensarlo, se miraron y sonrieron nuevamente, con ese gesto, Candy se sintió completamente a salvo.Caminarón de manera tranquila parecía que andaban en un paseo en el campo en lugar de ir a una oficina. Llegando al despacho Albert abrió la puerta se hizo a un lado para que ella entrara primero; lo que más salto a la vista de Candy en cuanto entró por completo, fue él emorme cuadro de la Abuela Elroy con el único gesto que le dirije a ella, estaba por encima de la silla cuadrada color beige atras de un escritorio gigantesto de madera color café claro, sobre el, habían hojas de papel en el centro, alrededor de ellas, figuras de madera talladas a mano simulando todos los animales que ha cuidado Albert.
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Utopía
FanfictionQue pasaria si Anthony y Terry se enfrentan por el amor de Candy, ¿Quién es el dueño del corazón de Candy?