Utopía

SAHARA II

Anthony no emitía ni una sola palabra.

--Anthony ¿Qué pasa? ¿Porque te pones así? -- Ella cada vez estaba más espantada.
--Hay algo que no te he dicho. --Por fin habló, el día que no quería afrontar ha llegado. Sahara sabrá quién es Candy y lo sucedido antes de que él abandonara América.

--Yo sabía que era un día especial para ella, estaba muy contenta -- Agachó la mirada -- Yo la llevé al bosque a un lugar para poder hablar, pensó que le diría algo distinto pero... -- No pudo seguir hablando, tenía un nudo en la garganta que le impedía seguir.

--¿Pero? --Sahara preguntó con impaciencia al ver que Anthony seguía sin articular palabra.
--Yo le rompí el corazón, en su día especial, le dije que no debíamos estar juntos, eso no fue lo peor que hice --Sus ojos se nublaron de tristeza y culpa --La dejé sola a su suerte, yo noté que algo no andaba bien y a pesar de eso me marché, realmente se veía mal.

Decía todo esto Anthony con mucha pena, no sólo por Candy si no también por el qué estaría pensando su amiga de él.

--¿Después que sucedió?.
--Yo viajé a este lugar, sin siquiera despedirme, sólo me aseguré de que estuviera bien preguntándole a la sirvienta --Él la miró.
--¿Qué piensas ahora de tu amigo? --Lo dijo con sarcasmo.
--Pienso que eres un ser humano y no sabías lo que hacías, pero...-- No quería dejar pasar la otra noticia --¿Qué pasara ahora que ella también viajará?
--No lo sé, esto me saca de mis planes, realmente estoy desconcertado.

El tiempo se acabo y los dos jóvenes regresaron a sus habitaciones. Anthony le daba vueltas al asunto
--Candy haciendo su vida sin mí.

Pensaba que habría pasado con ella todo este tiempo ahora con más intensidad, pero ahora también tenía en la cabeza, en ¿Qué imagen tiene ahora ante su amiga?, esa fue una de las noches más largas para Anthony.

Al día siguiente el planeaba alcanzar a Sahara antes del desayuno como lo había hecho la mañana anterior, pero su desvelo fue mayor y no pudo levantarse antes, entonces no le quedó de otra más que esperar a la tarde, después de las clases y el almuerzo, Anthony se apresuró a ir a esa banca para ver si su amiga estaba esperándolo.

--Me da gusto verte -- realmente lo sentía Anthony.
--A mí también -- le respondió con el mismo sentimiento
--¿Qué te pasó ayer? -- preguntó Sahara
--Es que yo quiero saber que idea ahora tienes de mí, ahora que sabes que soy un patán, seguramente pensaras que no soy un caballero a partir de ahora.--

Mientras lo decía no se dio cuenta de que se acercó más a la muchacha con la esperanza de encontrar consuelo en ellá
--Anthony, no somos perfectos yo aún siento un gran cariño por ti y mi respeto está intacto -- no lo dijo con mucha emoción
--¿Entonces porque tu expresión me dice otra cosa distinta? -- Anthony seguía muy cerca.
--Estoy así porque no sé que pasará cuando empiece el semestre ¿Seguiré siendo tú amiga? -- con un nudo en la garganta y una mirada afligida
--Claro que sí Sahara jamás podría alejarme de ti, no podría.--
Le tomó el mentón y le levantó la cara para poder decirle a los ojos aprovechando la poca distancia entre ellos.
--Nada ni nadie nos podrá separar, no lo permitiré --Ella sonrió, lo abrazó del cuello con fuerza era la primera vez en todo ese tiempo que tenían algun tipo de contacto físico, Anthony se sintió bien porque Sahara seguía siendo su amiga a pesar de lo que él hizo en América.

Ya sólo faltaba un día para irse de excursión ellos realmente estaban emocionados, él asistir a los museos más famosos de la región era algo nuevo ya que la escuela no les permitía salir, no conocían la ciudad a pesar de haber estado en ese país ya algún tiempo.

Esa tarde Sahara y Anthony también platicaron de cómo va a hacer su viaje, a dónde los llevarían exactamente, ninguno de los dos jóvenes podía ocultar su emoción, iban a poder salir del colegio aunque sea unas horas pero para ellos será más que suficiente, para poder distraer su mente de las últimas noticias.

--Dejen sus trajes de gala preparados porque al regreso tendremos nuestra misa para dar las gracias de que llegamos con bien y debemos estar listos tan pronto sea posible -- les decía la hermana entre tanto bullicio.

El grupo era pequeño ya que se decidió llevarlos en diferentes horarios a Anthony le tocó en la mañana junto al grupo de Sahara y uno más, el museo era un poco colorido por afuera ya que era la tendencia que venía de los años anteriores, el interior de la sala era un lugar frío, las pinturas de los artistas como André Derain con su pintura de "El puente de Charing Cross" o Henry Matisse y su ya conocida "Mujer con sombrero" o Mauricio de Viaminck, su obra era "Casa en Chatou"... eran exhibidas en ese momento.

Las principales obras que se mostraban allí eran de los artísas más reconocidos de esa época
--Mira Anthony --Una voz muy alegre escuchó que le decía.
--Es una de mis obras favoritas-- no dejaba de emocionarse la joven con cada cuadro nuevo que veía, mientras que Anthony sonreía por la actitud tan infantil de su amiga.
--Prefiero "La alegría de vivir" -- le decía Anthony, mientras pasaron toda la mañana observando cuadro tras cuadro memorizando cada detalle por si tenían que contestar algún exámen de regreso a clases.

Después de un rato de estar paseandose se escuchó a la monja
--Bien jóvenes es tiempo de marcharnos si queremos llegar sin retraso a la misa -- les decía la encargada del grupo --Suban a sus carruajes como estaban acomodados.--
--Te veo al rato Sahara -- le susurró al oído -- ella le contestó con una sonrisa tierna y asintió con la cabeza.

Llegando al colegio se encaminaron a su habitación para asearse y ponerse el traje que utilizan para las misas, Anthony saliendo de su habitación notó que el colegio estaba vacío eso le indicó que la misa ya comenzó por eso corrió más rápido para no demorarse más.

Él abrió la puerta de un golpe sin quererlo provocando un gran ruido haciendo que todos se sobresaltaran y voltearan, caminó hacia él interior del recinto, todos lo observaban pero él sólo notó un par de ojos que lo miraban fijamente.