🍒: The last you

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Red Velvet - Body Talk

Tres días para la graduación

Le di una gran mordida a mi sándwich de Nutella. El día está transcurriendo con demasiada rapidez, no habíamos tenido ni una clase, los profesores solo nos decían que no hiciéramos ruido y que si veíamos a algún directivo hiciéramos como si estuviéramos trabajando. Ya ni se porque nos obligan todavía a venir a clases, cada día viene menos a clases, cada día hay más pupitres vacíos.

—Hey. — levante la vista. — ¿Por qué tan solita?

—Me estoy escondiendo. — conteste.

—¿De quién?

—De Lia. —tome una servilleta pasándola por mis labios. —Si ve que estoy comiendo esta deliciosura me la quita y se la come. — observe mi sándwich para ver donde le daría mi siguiente mordida. —Y no permitiré eso. —dije antes de enterrar mis dientes.

JeongIn río viéndome comer. —¿Te gusta la Nutella? — asentí. —No sabía eso. —río.

—Ahora lo sabes.

—Venía a decirte algo. —se rascó la nuca incómoda. Asentí otra vez tomando la servilleta y pasándola por mis labios. — Antes de eso. ¿Cómo vas con Sungchan? —pregunto con cautela. Suspire viendo a la mesa.

—Solo habíamos hablado unos minutos ayer, no lo he visto desde ahí. —volví a suspirar. — Así que, no sé. — sonreí apretando la mandíbula conteniendo mis lágrimas.

—¿No has hablado con él?

Negué sacando mi celular de mi mochila. A pesar de no haber hablado con él estos días, excepto ayer, me he estado atreviendo a enviarle mensajes, que no los ha contestado. Solo los deja en visto.
También le he marcado, pero tampoco contesta. Siempre me manda al buzón.

—Ayer le mande este mensaje:

¿Está todo bien? En la escuela
te comportaste algo extraño.

Se lo enseñe, lo leyó apretando sus labios. Deslizó la pantalla leyendo los demás mensajes que le he enviado, que nunca ha contestado.

—¿Ayer que te dijo? —pregunto una vez que termino de leer.

—Nada, solo... nada, nada que me haya dado una razón de su comportamiento. —cayó la primera lagrima.

—Ayer hable con él. — su tono suave y su cautela al hablar me hizo sentir más vulnerable. —Hyemi, te quiero, eres una amistad que valoro, por eso creo que es necesario decirte esto. —asentí. Mi corazón se sentía apachurrado, quería salir corriendo, no quería oír lo que tanto tengo miedo, no quería escuchar de JeongIn decirme que Sungchan y Yoojin tenían algo, ya mucho me afecto saber que se vieron el domingo. — Ayer le pregunte sobre ustedes. —suavizó más su tono. Mis manos temblaban, no quería escucharlo, no quería escuchar que ya no hay un nuestro. — Me dijo algo que en serio duele, hasta a mí me dolió. —sollocé cerrando mis ojos, lo que tanto me estuve preguntando en esta semana está pasando justo enfrente de mí. Se escucharon pasos en la cafetería junto con una voz que reconocería siempre, giré esperanzada que me viera y me dijera que lo que estaba a punto de decir JeongIn no era cierto, pero al girarme y topándome con su mirada mi corazón se hizo en mil pedazos. Su mirada sin expresión decía más que mil palabras. —Me contestó que ya no le interesabas. — Sentí una apuñalada, mis lágrimas cayeron sin cesar, los sollozos se hicieron más fuertes, sorbía a cada segundo. Sungchan solo me miró unos segundos más antes de salir por la puerta de donde había entrado antes. Me giré temblando viendo a JeongIn. Me sentía tan indefensa en estos momentos. —Hyemi, —estiró su mano tomando la mía. — lo siento, en serio, no era mi intención eso, —acarició mi mano. Recordé lo que me dijo esa noche cuando supe sobre sus sentimientos hacia mí, recordé su tono burlón al decirme eso, ¿por qué nunca lo pensé? Significa que yo era la única estúpida enamorada de su mejor amigo, mientras el solo disfrutaba. — solo quería saber cómo estaban, como no había hablado contigo, y no tuve la oportunidad de preguntártelo. —Sorbí mi nariz limpiando las lágrimas que estaban cayendo en mis mejillas.

—No te preocupes. —dije gangosa, nuevamente limpiando mis lágrimas. — Est-oy bi-bien.

Tome mi mochila dejando mi sándwich con el jugo de cereza en la mesa saliendo a prisa de la cafetería.

No podía creer lo que estaba pasando. A lo mejor era un sueño y más tarde iba a despertar con solo un susto.
Nada más, Sungchan no es capaz de hacerme esto, no es capaz de jugar con los sentimientos de los demás, y menos los míos.
Claro, a lo mejor JeongIn ha de haber comprendido mal, y Sungchan no me ha de haber visto en la cafetería, por eso no vino al verme llorar.
Me negaba a aceptar esto. No podría soportar esto.
Limpie mis lágrimas con la palma de mi mano llegando a la entrada hacia el patio trasero.

— Hola. —di una sonrisa cerrada. —¿me puedo sentar? — señale el lugar vacío a su lado. Asintió sin verme. — ¿Quién está jugando?

—Los de primer semestre. —contestó serio. —¿No tienes clases? — negué. —¿Dónde está Lia?

—No lo sé, supongo que con Yangyang. —me encogí de hombros. — ¿Quiere ir al cine en la tarde?

—Tengo que hacer algo con Jeno. —tomó su mochila poniéndose de pie. —Me voy.

Se escucharon unas risas detrás de mí, giré a ver quién eran: DamHee y Yoojin.
Ambas se estaban susurrando cosas, si era verdad que Sungchan había visto a Yoojin el domingo, le ha de haber contado a DamHee.

La actitud de Sungchan me hacía sentir como un cero a la izquierda, me hacía sentir la rechazada de la escuela por la propia persona que me gusta.
Limpie las lágrimas, quería controlar mis llanto, no era adecuado estar llorando en las gradas donde casi todos los estudiantes estaban, tape mi rostros sin poder controlar los sollozos que salían.
Me sentía tan más ridícula de esta manera.

Extra #3 Strange way

—¿Todavía no empezamos y ya eres mala? —su falsa tristeza causó gracia en Hyemi. —Mañana paso por ti. —Sungchan se alejó dando un paso hacia atrás.

El chico miró por unos segundos a su novia, aunque todavía no lo eran oficialmente, para Sungchan, Hyemi ya era su novia.

—Oye. —sonrió llamando a la chica. —¿Qué pasaría si esto fuera una broma?

La chica frunció el ceño extrañada, no pensaba que le preguntaría eso.
En un momento de paranoia trato de pensar en alguna respuesta donde no refleje lo confundida que estaba por la pregunta tan repentina del chico que le gusta, pero por su expresión era más que claro.

—¿De qué hablas? — Rio rodando los ojos. —Me daría igual si fuera una broma.

— No es cierto. —posicionó sus manos en la cintura de la chica. —Fue idea de Mark. —Hyemi asintió no muy convencida.

—Adiós. —se separó riendo del chico dando un paso detrás entrando a su casa. Se despidió agitando la mano de Sungchan cerrando la puerta de su casa desconcertada.

If • Jung Sungchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora