🍒: Be my friend

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Estaba en mi cama acostada boca arriba observando el blanco techo de mi habitación, es sábado por la mañana, primer día de vacaciones que desgraciadamente no tengo nada que hacer, solo quedarme en mi habitación lamentándome. Exactamente dos días antes que iniciaran las vacaciones de Navidad me entere que Hojun llevaba saliendo con SeoHyeon tres meses. ¿sentirme más mal de lo que me sentía? Si, demasiado, pero no me salía ni una lagrima, sentía feo eso sí, pero no era causa para que llorara.

Quite la almohada donde apoyaba mi cabeza aventándola a cualquier lado de mi habitación. Grite. Lo único que podía hacer.

Me levante de la cama enojada al escuchar la voz preocupada de Min. Nadie entendía que quiero estar sola, en la semana no tuve ni tiempo de sentirme mal por los exámenes y ahora que me toca descansar, no puedo.

—¿Está todo bien? —fue lo primero que pregunta al abrir la puerta. —Te escuche gritar. —asentí. Me miro dudosa inclinándose hacia adelante revisando mi habitación. —Baja, tu mamá no tarda en llegar.

—¿Esta aquí? —asintió sonriendo todavía con la mirada en mi habitación. —¿no te quieres meter? —dije al sentir el empuje de su parte para revisar atrás de mí.

—Si te mueves si puedo pasar. —me moví. —Fue a dejar algo a su trabajo. —se sentó en la cama suspirando. —Quiere pasar tiempo contigo. —la mire extrañada. —no pongas esa cara Hyemi. Ayer Lia le dijo a tu mamá lo de... ¿cómo se llama el muchacho este? —reí ante eso. Dos años y nunca se aprendió su nombre.

—Hojun, Min. Hojun, Min. —cerré la puerta caminando a la cama sentándome.

—No me hables así mocosa. —me golpeo con el trapo que tenía amarrado al babero. Reí. —Bueno ya, lávate esa cara que te hace ver más fea y baja.

—¡Min!

Carcajeo cerrando la puerta.

Si, Min me podría hacer cambiar de ánimos cuando los necesitaba como ahorita. Desde que tengo memoria ella siempre se hizo cargo de mi mientras que mamá estaba trabajando. Digamos que es como mi segunda mamá, hasta donde me ha contado ella y mamá me conoce desde el año y dos meses que nací, si, sabe exactamente qué edad tenía cuando me conoció.

Mire al espejo antes de enjabonarme la cara, ¡tenia cara de moco aplastado! ¡qué horror!

—Siéntate. —puso el plato en la mesa. —Tu mamá se fue a lavar las manos, ahorita viene.

Acate sus indicaciones. Estaba emocionada, mamá nunca desayunaba conmigo, nunca coincidíamos, por eso ella prefiere comer o cenar juntas. A pesar de tener demasiado trabajo y un carácter estricto, me cuida mucho y está al pendiente de mí, obviamente hemos peleado, pero eso no la hace una mala madre. Al contrario, es una extraordinaria persona, solo que muuuy estricta.

—Hola mi amor. —beso mi cabeza. —¿Dormiste bien? —asentí sonriendo. Min apareció otra vez con un plato de sopa en sus manos entregándoselo a mamá.

—Min. —La llame. —Desayuna con nosotras.

—Cómo crees Hyemi.

—Anda, si Hyemi quiere que comas con nosotras, hazlo. Además, eres como de la familia. —sirvió más agua a su vaso.

—Gracias. —hizo una reverencia de noventa grados, caminando hacia la cocina tomando su comida regresando y tomando asiento a lado de mamá, enfrente de mí. —Provecho.

Quería llorar. Nunca antes había visto a Min tan sonriente desde la vez que me gradué de la escuela elemental en el primer puesto, o sea hace cinco años. Por primera vez, la casa se siente llena.

If • Jung Sungchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora