If • Jung Sungchan

🍒: No again

—No, no quiero ir. —pataleé en forma de berrinche. —Siempre hacemos lo mismo, —tome la puerta con intenciones de cerrarla. —estos dos días es lo mismo, JeongIn. No quiero. —cerré la puerta.

Le agradezco a JeongIn que mi primera semana de vacaciones no sea aburrida, salimos todos los días al mismo lugar, hacemos las mismas cosas, comemos lo mismo; nada más falta que nos vistamos igual. Hoy me proponía ir al mismo lugar solo que con unos amigos, que no conozco, para salir de la rutina. ¡Salir de la rutina es cambiar todo, no solo una cosa Yang JeongIn!

Sonó el timbre por tercera vez, no pensaba abrir, no quería, quiero ir a otro lugar, pero me distraigo y me divierto con JeongIn, un día más y poder salir libre de ir con él.
Sí, eso hare, lo abandonare y me regreso a mi casita, no es necesario estar con él todo el día.

—Bien. Pero que sea la última vez que vamos. —abrí bruscamente la puerta justo cuando iba a volver a tocar el timbre. —O vamos a otro lugar luego o ya no salgo jamás contigo.

—Mañana paso por ti. —sonrió. —¿Cuando viene Sungchan?

—No lo sé, creo que el Domingo. —alce los hombros. —¿Por qué?

—Porque no sé cómo te soporta, eres muy berrinchuda. —recibió un golpe de mi parte. ¿Cómo se atrevía a decir que era berrinchuda? —Te veías de esas personas egocéntricas, no una persona que le falta un tornillo. —se burló saliendo corriendo, dejándome con las ganas de darle un buen golpe, pero no lastimo a la gente.

Cerré la puerta. No sabía qué hacer, llegamos más temprano de lo normal solo tengo dos horas antes de que llegue mamá. Subí las escaleras, debía de hacer mi escapatoria muy realista si no quiero acompañarla a la cena con los de su trabajo. No entiendo porque hacen eso, si todos ahí son hipócritas, solo vas a que hablen de ti y de tu familia, para rematar las pocas personas de mi edad que van a esas reuniones se creen de la realeza, en conclusión, prefiero estar encerrada que ir a un lugar donde todos hablan a tus espaldas; incluida la escuela, pero solo asisto por mi futuro.

Acomode mi escritorio como si estuviera estudiando, aunque eso lo debería de estar haciendo, estoy muy cansada para estudiar las condicionales.

Si no fuera porque aquel día donde Munsu me distrajo no tendría que estar en esta situación, se han de preguntar que paso, pues simple y sencillamente: Munsu y yo estábamos hablando en el fondo del salón bien cómodos sobre lo chistoso que eran nuestros profesores de inglés cuando explican un tema "nuevo" y los demás no entienden; porque si, vamos en distintas escuelas y vamos a clases particulares, dijo algo chistoso que me hizo reír llamando la atención de la profesora quien no le importo que no entendiéramos el tema y prosiguió con su clase.

Una hora después se escuchó la puerta avisándome que mamá ya estaba en la casa, como pude me levante de la cama quietando evidencia que estaba acostada, arregle mi cabello, busque mis lentes sentándome en la silla del escritorio simulando que estaba escribiendo algo.

Se abrió la puerta. —Hija, ¿me vas acompañar? —mire a su dirección.

—No creo, todavía tengo dudas en este tema. —trate de sonar lo más cansada y estresada que mi habilidad de actuación me dio.

—¿Segura? —asentí formando un bostezo falso. —¿Quieres que le hable a Min?

—No, está en su día libre, se cuidarme sola. —me quite los lentes tomando mi celular.

—Descansa un poco, y cuando ya esté a punto de irme te aviso para que te pongas a estudiar otra vez. —se adentró a la habitación dejando un beso en mi cabeza saliendo rápidamente cerrando la puerta.

Deje salir el aire que había contenido, no sabía que era tan buena mintiendo, debería de ganar un óscar por esta actuación. Madre es la primera vez que te hago caso tan rápido; a descansar se ha dicho.