🍒: Afternoon

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Seohyun ft, Eric Nam - Hello

—Te envidio, —repitió mirándome con rencor. —¿Por qué siempre tienes que tener mejores cosas que yo? —se señaló mientras se aferraba a acercarse a mí. —Eres una egoísta. —soltó acercándose a mí, tomó mi brazo sacudiéndomelo, pero Sungchan la alejó.

—¿Qué te pasa? —Sungchan le susurró molesto. —No te ha hecho nada malo. —soltó su brazo dando un paso hacia atrás junto conmigo.

—Claro que sí. —me miró— Siempre se queda con lo que yo quiero. — nuevamente empezó a llorar. — Todo el mundo cree que ella es la buena y yo la mala. — sollozo mirándonos — Y es todo al revés.

—No sabía eso. —pronuncie con suavidad para no hacerla enojar.

—Eres una mustia, ¿Qué tiene Hyemi que yo no? —miro a Sungchan dolida. —Pensé que, si te pedía ayuda podría lograrlo, hacia todo lo posible para estar con él, para que se fijara en mí. — dijo antes de dar la vuelta yéndose.

La seguí con la mirada dolida por lo que me había dicho, pero a pesar de eso, no era como para que se pusiera así de intensa.

Suspire mirando a Sungchan a punto de llorar, al verme me abrazo, me sentía como una traicionera con la chica que en algún momento fue mi mejor amiga.

No sabía qué hacer, si tratar de hablar con DamHee o seguir como si nada hubiera pasado.
Acomode mi cabeza en el pecho de Sungchan con lágrimas cayendo de mis ojos.

—No llores. —susurró acariciando mi cabello, me aferre más a él. —Ya habíamos hablado de esto.

(...)

Salí del salón junto con Munsu después de haber terminado la última clase del día.
Durante la clase le conté lo qué pasó con DamHee, y contándole me di cuenta que soy muy rara, o Sungchan tiene algo que me hace cambiar rápidamente de actitud, porque después de haber llorado unos pocos minutos en aquel pasillo regrese al salón como si nada hubiera pasado, ni una pisca de haber llorado.

—Aléjate de mí, se me puede pegar la locura. —Munsu me alejo haciendo una x con sus brazos hacia mi dirección.

—Tú muy normal, ¿no? —rodeé mis ojos ignorando su actuación. — Nos vemos en mi casa, ¿está bien?

—¿Vas a ir? —asentí sonriendo. —Pensaba que ibas a estar con Sungchan, el otro miércoles no fuiste.

—Porque no quise. –le enseñe mi lengua. Más bien, habían pasado más de dos veces que no voy, digamos que hace tres semanas una persona nativa de Canadá vino a la escuela, y todo el salón empezó a decir que yo entendía inglés. ¡Me di cuenta que no! Me equivoqué y me avergoncé tanto que hasta me da pena escuchar inglés, y luego con las burlas de mis compañeros, peor. Esa era la verdad del porqué no había ido. —Además, no me ha dicho nada, a lo mejor va a su curso. —me encogí de hombros rodando los ojos apresurándome para llegar a la salida.

Una vez estando en el patio principal de la escuela, logre ver a Sungchan apoyado en el muro que divide a la escuela de la calle atento a su celular. Sonreí caminado hacia él jalando a Munsu conmigo.
Con los quejidos de Munsu, Sungchan levantó la vista guardando su celular.

—Hola. —sonríe estando enfrente de él.

—Hola. —me respondió. —¿Nos vamos? —se giró hacia la salida.

—No, tengo que ir con Munsu.

—¿A dónde? —se giró a verme. —¿Su clase? —asentí. —¿No puedes faltar? —sujeto mi mano en suplica.

—Ya has faltado muchas veces, Hyemi. —gire hacia Munsu. —¿Tú mamá sabe que has faltado? —negué. En las dos semanas que he faltado siempre llegaba tarde a casa, o llegaba normal cuando sabía que mamá no estaría ahí comprando el silencio de Min con labores de la casa. —Le van avisar.

—¿Tú quién eres para decirle que hacer? —Sungchan frunció el ceño mirando a Munsu. —Vamos al parque.

—¡Nos vemos! —caminamos hacia la salida despidiéndome de Munsu. —No debiste de haberle dicho eso. —le golpeé leve el brazo.

—Para que se mete en lo que no. —me miró encogiéndose de hombros.

—Es mi amigo, sabe casi todo. —rodó los ojos sujetando mi mano. — A mí me molesta que le hables a Yoojin y no digo nada. —contraataque.

—Es diferente, no confundas.

Achique mis ojos indignada, él era el que estaba confundiendo las cosas, no yo. Yo tengo todo en claro.

—Hojun últimamente te ha visto más de lo normal, y no digo nada.

—¿Qué? —me detuve. Yo que recuerde desde lo qué pasó con Yangmi, que no se en que quedó, no le hablo, o sea, hace tiempo. —¿Estás loco? —reí empezando nuevamente el camino hacia el parque.

—¿Qué? ¿Te emociona que te esté mirando? —negué riendo. —¡Oye Lee Hyemi! —me giro quedando frente a él. —Soy tu novio, no debes de reaccionar así enfrente de mí. —sus ojos se iban haciendo más grandes conforme terminaba la oración junto con un puchero. —Ya no quiero ir al parque contigo, vete con Munsu. —soltó mi mano caminado en la dirección opuesta con los brazos cruzados.

—¡Jung Sungchan! ¡Ven para acá pequeño dramático! —empecé a correr para alcanzar su veloz paso, pero al escucharme más cerca empezó a correr. —¡No corras! ¡Traigo falda!

—¡Dile a Hojun que venga por ti! —suspire divertida aumentando mi velocidad. —¡O a Munsu!

O él es exagerado, o está celoso. Me voy por la última opción, su tono algo sarcástico e irónico me parecía de lo más chistoso.
Al dar vuelta en una esquina logre ver a Sungchan parado por el color rojo del semáforo, corrí más rogando que el alto esté todavía cuando llegue.

—Oye...—suspire cansada apoyándome en mis rodillas. —ya no hay que correr. —solté el aire parándome recta. —Nunca había corrido tanto en mi vida. —mire en la dirección que había pasado asimilando los kilómetros que habíamos corrido.

—Si ni haces nada en educación física. —Sungchan se burló. — Es normal. —el semáforo dio verde, Sungchan estaba a punto de volver a correr, pero lo detuve. —Suéltame, me estás lastimando. —su tono dramático hizo que apretara más mi agarre, que en realidad según yo era fuerte, pero no.

—Ya, en serio, para. —me acerqué más a él. —Jung, ya no seas dramático. —solo miraba detrás de mi sin decir nada. —¿Vamos a casa a ver una película? —negó. —¿Quieres ir por Lia? —negó horrorizado, reí. Empecé a jugar con sus manos pensando en alguna manera para que deje de actuar de esa manera. Sonreí poniéndome de puntitas dejando un beso en su mejilla. —¿Ahora? —negó. Deje otro en su otra mejilla. —¿Y? — me miró.

—No soy tan fácil.

—Si tú lo dices. —otra vez me puse de puntitas ahora dejando un pico en sus labios. —¿te vas a seguir siendo el difícil? —asintió cerrando los ojos. Deje otro pico. —¿Ya? —mi tono se volvió más dulce a medida que iba dejando pequeños besos en sus labios. —¿Quieres un golpe para que dejes de hacer eso?

—Hyemi, no seas así, dame más besos. —me tomó de la cintura acercándome a él nuevamente cerrando sus ojos.

Hemos estado acá parados en una esquina tratando de que él deje de estar molesto o lo que sea que esté, y el solo está disfrutando lo que estoy haciendo, astuto.
Sonreí al verlo todavía con los ojos cerrados esperando a que le de otro beso, pero eso no va a suceder, y menos en la calle. Plasme mi palma en sus labios con un poco de fuerza.

—¡Oye! Quiero mi beso. —hizo un pico con sus labios.

—No, camina. —tome su mano pasando la calle camino a casa.

If • Jung Sungchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora