🍒: You must always be vigilant

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Al dar vuelta en el pasillo donde está mi salón me percaté que estaba lleno de estudiantes que no dejaban pasar. Algunos solo están sentados en el piso, otros parados conversando con otros estudiantes y otros solo pasaban con dificultad, como yo.
Más cerca del salón donde tocaba la materia logré ver que todos mis compañeros de clase estaban igual que los estudiantes de unos pasos atrás y el salón estaba igual que todos; cerrado.

—¿Por qué está cerrado? —pregunte extrañada a Lia que estaba sentada en el piso recargada en la pared entretenida en su celular. Levantó la mirada hacia mi sin decir nada. —Hola. —agite mi mano enfrente de su rostro. —¿No se supone que estás lastimada del pie? —era raro ver a Lia así, su mamá es sobre protectora con ella y no sería capaz de enviar a su hija con una férula a la peligrosa escuela.

—¿Te volviste a maquillar? —pregunto ignorando mis anteriores preguntas frunció el ceño examinando mi rostro. Asentí. —¿Ya son novios oficialmente? —suavizó su expresión con una sonrisa cerrada. Asentí varias veces sentándome enfrente de ella. —¿Ayer?

—Fue a mi casa. —reí al recordar el sonrojo que tuve después de cerrar la puerta de mi casa. —Pero no digas nada, Choi Jisoo. —la señale con mi dedo índice amenazante.

—Como digas. —se encogió de hombros volviendo a su celular. —¿Se lo dirás a Munsu? —pregunto riendo por algo que había visto en el celular. Hice el típico sonido que encaja en todo. —¿es un sí o no? —me miró seria.

—Claro que se lo diré. —él fue quien me dio leves empujones para saber que me gustaba Sungchan, ¿cómo no se lo diría? Era más que obvio, si no lo hacía se sentiría traicionado, según yo. —Hablando de Munsu. —sé que no tiene nada que ver, pero apenas me percaté de que Lia estaba sola cuando llegué. —¿Quién te trajo?

—¿Qué tiene que ver con Munsu? —giro sus manos 180 grados con su ceño levemente fruncido. —Yangyang me ayudó.

—¿¡Liu Yangyang!?—pregunte casi gritando. Todo quien ha estado un semestre con él sabe que siempre llega tarde, no hay día en que llegue temprano. Y Lia por lo general es una de las primeras en llegar por no decir la primera. —Qué raro que llego temprano. —susurre abriendo la bolsa de enfrente de mi mochila sacando un espejo.

—De hecho, ayer le dije que llegara temprano para que me ayudara. —deje de mirarme en el espejo viendo a mi amiga extrañada. Lia y Yangyang no son las personas más cercanas, sonaría normal si me dijera que le pidió a Jeno, que es más cercano a ella que Yangyang. —¿Qué? —encorvó una ceja encogiéndose de hombros.

—Es raro que le pidas ayuda. —dejamos el tema a un lado y ni una de las dos dijo algo más. Solo seguí arreglando mis pestañas.

—Hola chicas. —DamHee se sentó a lado de mi llamando la atención de ambas, pero Lia al ver que era DamHee volvió a mirar su celular. — Hyemi, —giro a verme colocando suavemente su mano en mi brazo. —¿qué ha pasado con Sungchan? —abrí mis ojos sorprendida. No estaba lista para decirle que era mi novio, y tampoco era el momento y lugar adecuado para hacerlo. —Creo que está funcionando. —dio leves golpes en mi brazo emocionada. —Hoy fue él quien me saludó primero. ¡Siempre era yo la que hacía eso! ¡Hoy fue el! —su emoción se podía sentir por toda su aura. No sabía cómo reaccionar, sonreír no sería una opción, no me iba a sentir feliz por ella porque mi novio, que bonito se escuchó eso: mi novio, me muero, la saludó primero. Las ganas de decirle aparecieron en ese momento, no quería hacer que tuviera una mala idea sobre ese saludó. Cuando estaba a punto de decir algo se levantó rápidamente. —Luego hablamos de eso, tengo que ir a clases. —Lía y yo la vimos desde abajo, y juraba que su felicidad la podía ver a la perfección desde esta toma. —Nos vemos.

Sin más arreglo su falda y camino dándonos la espalda, yo la seguí con la mirada hasta que la perdí por la cantidad de alumnos que había.
Me sentía mal por ella, no lo negaré, pero creo que una vez estando del otro lado de la línea no quieres que nadie tenga algo que ver con tu novio, ese es mi caso. No quería que DamHee siguiera detrás de Sungchan, no quería que ni lo mirara, sonara raro, pero uno es capaz de todo para que el chico o la chica que te gusta te mire, y así era DamHee. Ya lo viví, de diferente manera, pero lo viví, y no quiero que, ahora que el que le gusta es mi novio deje de serlo solo por la cizaña de DamHee.

—¿Cuándo le dirás? —mire a Lía sin expresión alguna, ella solo seguía viendo su celular sin siquiera dirigirme la mirada. —Tarde o temprano se lo tendrás que decir, Mi. —me miró bloqueando su celular. Como pudo dobló su pie no lesionado acomodando su falda para no dejar nada a la vista estirándose tomando mi muñeca. —Eres pésima ocultando tus sentimientos. —sonrió dulce mientras hacía leves caricias en mi muñeca. —Es momento de que deje de pensar que todos quieren algo con ella.

El jefe de salón anunció que la profesora había llegado levantándome rápido para tomar la mochila de Lia y ayudándola a parar.
Apoyada en mis hombros caminamos hacia el salón que solo estaba a unos pasos de nosotras, JeongIn se encargó de ayudar a Lia a entrar al salón al ver que se nos dificultaba un poco sin tener las muletas que según Lia le compró su mamá.
Una vez Lia estando dentro del salón los demás empezaron a entrar en bolita, ¿por qué no se pueden esperar a que entre uno y luego va otro? Siempre tiene que ser en bolita de tres que por lógica no caben, pero se esmeran a que se logre. Me hice a un lado esperando a que la mayoría de desesperados entren al salón para entrar y ahorrar que empujen.
Mirando cómo se vacía el pasillo Sungchan aparece con Yangyang y Jeno, pero no me dirigió la palabra, solo pasó su mano por debajo de mi barbilla guiñando un ojo sonriendo, y sin más me dejo ahí sin poder reaccionar.
Lo vi desaparecer por la multitud, si no fuera por el hecho de que Sociales no es mi fuerte y que era un secreto que éramos novios iría detrás de él y proponerle saltarnos la clase, pero desafortunadamente no era así.
Con la sonrisa boba que traía entre al salón sin prestar atención a los demás, tome asiento de lado de Lia.

—¿Qué te paso? —su tono a pesar de no estarla viendo era de extrañeza.

—Sungchan. —susurre ampliando más mi sonrisa. —¡Sungchan es tan guapo! —emocionada empecé a golpear levemente su brazo emocionada. —Ay, ya no puedo. —deje caer mi cabeza en la mesa, no podía decir con palabras lo que ese diminuto gesto me hizo, pero definitivamente había hecho que mi corazón palpitara desesperadamente.

—¿No crees que es muy rápido para que estés así?

—¿así cómo? —gire mi rostro.

—Así cómo estás. —subió y bajó su dedo en mi dirección. —Contrólate un poco.

Hice una mueca reincorporándome en mi asiento aclarando mi garganta sacando mis útiles de la mochila.
Podría estar muy emocionada y todo con el asunto de Sungchan, pero no veo nada de malo que esté así. Sería un poco raro, si, es raro que tan sólo poco tiempo ya esté así.
De cierta forma mi inconsciente me dice que lo disfrute, porque no sé si esto durará hasta la graduación o seguiremos, por eso creo que tendré que disfrutar esto hasta el más mínimo detalle. Más vale prevenir que lamentar.

If • Jung Sungchan Donde viven las historias. Descúbrelo ahora