¡Quiereme!

Capítulo 17

Tomo asineto en el sillón de una sola persona, estoy nerviosa no se que quiera este hombre y apenas caigo en cuenta que estoy loca por permitirme estar a solas con un hombre desconocido

- Bien señor Maximiliano Roussel, mi jefe ya se fue y ahora si podemos hablar - voy directo al grano, la verdad este hombre intimida además su olor es fascinante - ¿para que quiere verme?

-Directa eso me agrada - dice dejando la taza de café en la mesa - soy el abogado de sus abuelos Emiliano y María - ¿es válido quedarse muda no?

-Jajajajaja - me es inevitable no reírme, y el abogado de mis supuestos abuelos me ve desconcertado, recuperó la compostura - ¿abuelos? Si claro, permitame decirle que yo no tengo abuelos, mis únicos abuelos murieron hace años.

-Tengo entendido que su madre era Lucila Montes de Oca primogénita y única hija de los señores Emilino y María - dice recargando sus brazos en sus piernas e inclinándose hacia adelante.

-No, no se equivoca, efectivamente ellos son mis padres, pero ellos no son mis abuelos, jamás estuvieron para mi, jamás les importo mi madre, al contrario - digo molesta, en verdad no entendia que quería ellos - y se sus nombres por que mi madre me los dijo, pero ni una foto de ellos tengo, ademas que nunca han estado ¿Qué querrían ellos después de tantos años?

- Ellos ya son mayores y quisieran conocerla, además que usted como su única nieta, hija de su única hija, es automáticamente su heredera - dice dejándome anonada - es usted la heredera de un gran imporio comercial de ropa, su familia es dueña de la prestigiosa marca de ropa M&E, además de tener acciones en el mercado y empresas, negocios de gran valor como joyería etc.

-¡Yo heredera de un emporio comercial! - grito - Usted está loco.

-Señorita Rivera, por favor calme se - señor trajes de Armani me pide - debemos hablar

-Señor con todo respeto, yo no deseo ni quiero ser heredera de nada, además no estoy segura de que quiera conocerlos - digo un poco más tranquila - señor fueron muchos años los que ellos jamás se preocuparon por mi, y durante los últimos cinco años he tenido que cuidar y velar por mi misma.

-Señorita Rivera, se que no ha tenido una vida fácil per...

-Usted no tiene ni idea, ellos le hicieron de cuadritos la vida a mis padres, dígame, no se supone que los padres nos deben proteger, ellos al contrario les importo más su fortuna, su buen apellido dejando de lado lo que debieron amar y proteger con su vida misma.

-Usted tendrá sus razones, así como esta en su derecho de querer conocer los o no, sólo le pido que lo piense, usted es una mujer noble y es incapaz de odiar - el señor Maximiliano se levanta y se abrocha su botón del saco - Me retiro señorita Rivera, pero le dejo mi tarjeta, cualquier cosa que necesite no dude en llamarme - tomo la tarjeta que me ofrece y tiendo su mano con la mía, la cual es muy cálida - que tenga excelente noche.

Lo acompañó a la puerta, veo como se monta en su auto deportivo también y desaparece en la oscuridad y la noche. Cierro la puerta y me recargo en ella, ¿yo una heredera? De mis abuelos, que por cierto unos abuelos que jamás me aceptaron, jamás me quisieron, ese hombre me ha dejado una gran incógnita en este momento, y ha sido mucho para un solo día, veo la hora y ya son más de las 9:00 pm así que sin mucho ánimo me voy a la cocina preparo un tazón de cereales y me voy a mi recamara, después de asegurar mi casa.

Es lunes por la mañana y voy rumbo a mi trabajo, quise llegar un poco antes de mi hora y por muy extraño que suene, en esta ocasión no fue para ver a mi jefe, si no todo lo contrario, todo el fin de se no deje de pensar en todo lo dicho por el señor trajes Armani, sobre mis abuelos, no pude dormir pensando en lo que ese hombre me dijo, ¿mis abuelos me han buscado?, pero aún así tengo grandes preguntas y pocas respuestas ¿por qué hasta ahora? Ahora que mi madre ha muerto. ¿Como serán ellos? Mi madre ni una foto me mostró de ellos, en verdad estoy ante unos completos extraños.
Llegó a mi escritorio y enciendo el monitor, cuando escucho ruido en la oficina del señor Cristóbal, pero decido no levantarme  ayer estaba molesto, me dirijo por una taza de café y vuelvo a mi asiento, donde veo un gran caos hecho por parte de mi jefe, ese hombre va a volverme loca.

-Señorita Rivera - escucho y levanto mi vista para encontrarlo ahí parado frente a mi escritorio.

-Buen día señor - contestó

-Espero se la haya pasado bien con su amiguito - suena molesto, otra vez, cada vez confirmo más que si, si es bipolar además eso pasó hace dos días - no me responda, es mejor dejarlo así.

Se da media vuelta para ingresar a su oficina y a mi se me ocurre abrir mi bocota - no entiendo su molestia - hablo alto para que me escuche y por hinercia se gira para verme

-No cree que fue para molestarme - me dice

-Bueno eso depende de que - que me pasa hoy - le pido una disculpa por tirarle el café encima, pero no hice nada mas - me defiendo.

-¿Solo eso? - pregunta él, pero de que más quiere que me disculpe - sabe que olvide lo - ahora si se va a su oficina y da un portazo que me hace pegar un brinco en mi lugar

-¿Qué fue eso? - vuelvo a saltar en mi lugar al escuchar la voz de Sofía ¿y está a que hora salió? - ¿Me dirás que paso?

-Larga historia y presiento que este día será largo y agotador.

-Anda dime, y prometo que te escucharé - la veo con una ceja alzada y mirada interrogante - Bueno prometo no interrumpir - rueda los ojos.

-Esta bien, pero será en el almuerzo, ya te go suficiente trabajo de tu lindo prometido - digo con sarcasmo.

Y así nos ponemos a trabajar listas para nuestra dura jornada laboral.

Se que prometí un capítulo por semana, lo cuál no he cumplido, cambie de trabajo y las clases en la universidad están muy muy pesadas, es un semestre difícil por no decir que estoy a poco tiempo concluir mis estudios. Así que bueno que puedo decir, pero también me gustaría saber de mis lectores, ¿De dónde son? ¿Qué les ha parecido la historia hasta ahora? Es aburrida, muy cliché o lo que ustedes, no me agrada mucho el tener lectores fantasmas.
Déjenme saber sus opiniones plis
Hasta el próximo capitulo