¡Quiereme!

Capitulo 7

Y asi fue, realmente la señora Agatha fue parte fundamental en mi vida, de ese momento ya hace cinco años que la conocí, actualmente tengo 23 años, y la señora Agatha me dio los mejores tres años de mi vida posteriores a la muerte de mis padres ella me trataba muy bien, me hacia regalos, me llevaba a comer, platicábamos tomando te o café, hacíamos lo que una madre puede llegar o hace con su hija, creo que eso fue después de que la mía falleció desafortunadamente hace dos años no se de ella, en términos mas específicos hace dos años su esposo tomo la decisión de irse del país llevándosela consigo, todo había sido tan repentino, pero todo fue por que su hijo murió en prisión. Asi que su esposo se la llevo. Sin dejar rastro de ella, de vez en cuando recibo una carta de ella, pero no tiene remitente, son los mimos empleados de su casa quienes me la entregan cuando llega, y ellos tampoco saben de donde, solo saben que alguien viene a dejarlas y asi como las entrega se va.

Mentiría si digo que no la extraño, pues muchas cosas se fueron cuando ella se fue, las tardes de te, o de cocinar juntas, las largas charlas todo, inclusive mis estudios, ella cumplió su promesa y e inscribió a una universidad, para poder estudiar historia del arte, todo iba bien, ella me ayudaba, pero cuando ella se fue inclusive deje de recibir la pensión mensual y aunque eso era lo que menos me importaba si me las vi negras, pues tuve que dejar la escuela para buscar un empleo y solventar mis gastos Aun recuerdo esa fría mañana de diciembre cuando Tobías me trajo la carta

Recuerdo

Es domingo por la tarde y la señora Agatha y yo estamos en la cocina decorando galletas de jengibre, la receta secreta de su bisabuela, estábamos platicando sobre su niñez en Alabama, toda esa tarde habíamos pasado en la calle, por la mañana fuimos a desayunar, y después a comprar un material para mi clase de pintura, y por la tarde fuimos al comedor municipal a ayudar, en estas fechas de sembrina, dábamos donaciones y yo vendía algunos cuadros para recaudar dinero y donarlo.

-Entonces mi primo Anthony estaba jugando con la pelota, mi abuela no estaba, cuando mi primo lanzo la pelota y callo en el estofado de carne. jajajajajajaja

-No me quiero imaginar la cara de su abuela en ese momento debía estar furiosa.

-Y lo estaba querida, lo estaba, no solo por encontrar la pelota en el guiso, si no por que mancho toda la encimera de mármol que había pulido, no, le dieron la regañada de su vida.

Nos quedamos hasta tarde buscando en nuestras memorias recuerdos buenos con nuestra familia, sin saber que seria mi ultima vez charlando con ella, esa noche se fue mas tarde de lo habitual, quedando al dia siguiente para ir a ver una fundación de niñas embarazadas y abandonadas.

Me desperté ese dia tranquila, me levante he hice mi rutina normal, esperando a Agatha, habíamos quedado a las 9:00 a.m. pero dieron las diez, las once las doce, no contestaba el celular, en su casa no contestaban, ni siquiera Carlota el ama de llaves o Tobías el mayor domo nadie, hasta que a las dos de la tarde alguien toco a mi puerta, al abrirla espere ver a Agatha, pero no, era Tobias.

-Señorita Evelyn gusto en verla.

-Que tal Tobby ¿Cómo ha estado?, sabe de pura casualidad por que no me contesta la señora Agatha en su celular.

-He estado bastante bien señorita, pero a eso vengo a informarle que la señora Agatha se fue, junto con su esposo, pero me ha pedido que le entregara esto. -me dice mientras me entrega un sobre blanco y un folder grande.

-Pero ¿A donde se han ido?, ¿Por qué motivo?, ella no se iria asi sin despedirse de mi ¿O si?.- son muchas interrogantes que circulan en mi cabeza.

-No sabría decirle señorita, solo me ha pedido que le diera esto en persona y bueno pues yo vengo a cumplir ordenes, y lo ultimo que me dijo fue que intentaría escribirle, pero que si era posible nunca esperara ansiosa una carta, pues no sabia si seria posible.

-Que extraño, muy extraño fue todo esto.

-La verdad si señorita, ayer que llego la señora el señor discutió con ella, y le ordeno preparar sus maletas con toda su ropa y hoy temprano me pidieron subir las maletas a la camioneta, el señor me pidió liquidar a la mayoría de la servidumbre, solo dejándonos a Carlota, Mary, Bruno y a mi al servicio de la casa.

No lo podía creer, realmente algo malo había pasado, y no sabría, tal vez en la carta Agatha me explique algo, por que estoy en shock, sin saber, ayer todo estaba bien y hoy poff todo se había acabado.

-Gracias Tobías, por traer la carta, espero que aun nos podaos seguir viendo como antes, al igual que con el resto del personal, saben que cuentan conmigo para lo que sea, de acuerdo.

-Si señorita muchas gracias, y claro estaremos en contacto, y usted tambien cuenta con nosotros, cualquier cosa no dude en llamarnos. Ahora me retiro aun tengo que entregar liquidaciones y otros pendientes.

-Gracias Tobías lo tendré en cuenta, cuídese mucho y saludos a todos.

Cerré la puerta de mi casa y me dispuse a ver que era lo que me decía la carta de Agatha, me rehusaba a creer que se haya ido asi, sin una explicación.

Querida Evelyn:

Si lees esto es por que Tobby ha hecho mi último encargo, llevarte esta carta hasta la puerta de tu casa, ayer después de que me despedí de ti, jamás creí que seria nuestra ultima vez juntas, al llegar a casa William estaba furioso y llorando, le pregunte que había ocurrido y me comunico que mi hijo, mi único hijo había muerto en prisión, hubo una riña entre carceleros y a el lo mataron, mi esposo como siempre me recrimino que todo era por mi culpa, por que decidí que pagara su condena por lo ocurrido con tus padres, estaba tan enojado por la muerte de su heredero que sin mas me dijo que tomara mis cosas por que nos iríamos, todo lo hizo en su arranque de enojo, he hizo lo que prometió jamás hacerme, nuevamente, me golpeo, y me hizo empacar a la fuerza, llevándome con el, ya tenia todo planeado, el cuerpo de mi hijo ya estaba en un servicio para irlo a velar, no se a donde, no se con quien, no se nada, quisiera que me ayudaras, pero ni siquiera se el destino, ha ordenado despedir al personal, salvo por nuestros cuatro personas de mas confianza, no me ha dicho a donde me llevara y cuanto estaremos ahí, delego funciones al vicepresidente de la compañía he hizo todo en un solo día.

Te pido mi niña que sigas con tu vida, fuiste la hija que nunca tuve y que me hubiera encantado tender, no me olvides, por que yo nunca te olvidare, tratare de escribirte desde donde este, pero nunca esperes una carta mía, pues no es seguro, el dolor por la perdida de nuestro hijo lo ha segado enormemente, esta fuera de si y de control, pero no te preocupes por mi, sabré controlarlo, no seria la primera vez que sucede algo similar, te preguntaras cuando sucedió la primera vez, esa es una historia mi niña que ten contare algún día si nos volvemos a ver, yo espero que si, siento dejarte desamparada, me ha bloqueado mis cuentas en el banco todo, te preguntaras ¿si estaré bien?, la respuesta es si, si lo estaré, quiero que vivas tranquila y feliz, se feliz por que aun tienes la vida por delante, vive al máximo y un favor Evelyn, no busques trabajo en la empresa de mi esposo, no serás bien recibida ahí.

En este sobre te dejo un poco de dinero, no servirá para darte una vida tranquila pero servirá de algo los próximos meses, además viene consigo un relicario que perteneció a mi familia desde hace 200 años, cuídalo por mi, mi niña, y sabrás que volveré a ti por que iré a buscarlo algún día, se paciente, solo espero que no tan lejano. Gracias por estos tres años de alegrías juntas, de grandes experiencias, te llevo en mi mente y corazón siempre, te amo como si fueras mi propia hija.

Hasta siempre Agatha.

presente:

Y con esas simples palabras Agatha desapareció, efectivamente me llegaban cartas de vez en cuando, donde me decía como estaba, que hacia, y como seguía su esposo, al parecer hubo cambios notorios pero no tanto y satisfactorios, pero al menos no la golpeaba. De vez en cuando iba a la mansión al menos 3 veces por semana a ver a los empleados, que mas que empleados son mi nueva familia comía con ellos y charlábamos animadamente, ellos eran mi nueva familia, y agradecía a Dios por su vida a diario, al igual que pedía por Agatha, que un día volviera a casa.