- ¡Mi señora, no soy yo! ¡Realmente no soy yo! ¡Por favor, creame! ¡Por todos los años que le pasé sirviendo, creame!
May decía desesperadamente a los pies de Rose.
- ¿Realmente dice eso?
- Cuando todo está tan claro...
- ¡Incluso lo está jurando por los años que pasó sirviendo!
- Es tan descarada...
Mientras tanto, los murmullos y las burlas de los sirvientes se escuchaban, sin embargo, aún consiente de todo eso, May seguía ignorandolos, lo único que le importaba era lo que Rose diría y pensaba de ella y la situación actual.
- May, ¿dices eso aún con tantas pruebas? ¡La ladrona claramente eres tú! ¡¿Piensas que puedes escapar de tu culpa?!
"¿No me crees?"
May pensó, ante la vista de su señora, que no le creía aunque le sirvió desde que era pequeña.
"Si ni en mi lealtad crees, no hay necesidad de seguir viviendo"
May pensó eso y dejo de aferrarse los pies de Rose.
Y con una mirada vacía dijo:
- Mi señora, al parecer, no importa lo que diga, no me creerá- May sonrió amargamente al decir eso, hizo una pausa y luego continuó- Pero si cree que he sido yo... máteme. Ese es el mejor castigo hacia el que usted cree que es un pecador.
Rose sonrió friamente ante las palabras de May, y luego dijo con una mirada que decía que era obvio que lo haría.
- Muy bien, May. Incluso si no decías eso, te mataría.
Significaba que eventualmente la mataría. Aunque dijiera que fué o no fué su culpa.
May solo sonrió amargamente y luego dijo:
- Solo espero... que si se llega a descubrir al culpable, Mi Señora, que usted no se arrepienta y que no se culpe a sí misma. Después de todo, es mi culpa por no transmitirle la confianza suficiente para creer en mí.
Luego de esas palabras, Rose dijo en un tono aburrido:
- ¿Esas eran tus última palabras?
Y luego apuñaló a May en el pecho.
- Si... Mi señora. Lo eran.
El cuerpo de May cayó a los pies de Rose.
Rose hizo una expresión desagradable y se apartó del cuerpo de May, y ordenó a los sirvientes que estaban observando:
- ¿Qué creen que están haciendo? ¡Saquen el cuerpo de esta desagradable mujer!
- ¡Si ... señora!
- ¿Mi señorita?
La voz preocupada que escuché me sacó de mi trance.
"¿Eh?"
- ¿Mi señorita, está bien?
"¿Qué fue eso?"
- Si, ¿por qué lo preguntas?
- Porque está llorando...
- ¿Estoy llorando?
Ante la respuesta de su doncella, Rose levantó sus manos y se tocó la esquina de los ojos.
"Realmente estoy llorando..."
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Queriendo escapar del protagonista masculino.
RomanceElla hará lo posible por sobrevivir. Pero ¿por qué las extrañezas continuan aumentando?