- Como dijo el Duque Beatring... ¿por qué no usted, Duquesa?
"Que aburrido"
Me sentí decepcionada al obtener la respuesta que había anticipado.
El Emperador nunca dejaría que su primera hija, Yulian, que había sido el fruto de su amor con la primera Emperatriz, se casara con alguien de un Imperio enemigo y fuera a vivir ahí con el peligro de morir en cualquier momento.
- No creo cumplir con los requisitos.
Dije de una manera tan orgullosa, que si alguien no escuchara el contenido, pensaría que estoy alardeando de algo.
Ante mis palabras todos se miraron y empezaron a hablar
- No estoy de acuerdo con eso.
- Exactamente...
- Honor, riqueza, estatus, belleza y personalidad.
- Si eso es lo necesario... ¿no es la Duquesa la mejor para eso?
- Es incluso mejor que la hija del Emperador y la hija del Duque Beatring...
El Emperador, y el Duque Beatring voltearon a ver al vasallo que había dicho esas palabras.
En ese momento, Sebastián, que había estado en silencio, habló
- Me opongo ante la idea.
Todas las miradas se dirigieron esta vez a él
- Alguien como él... no merece casarse con mi hermana.
Miré a Sebastián, tenía un semblante sonriente, pero sus ojos estaban fríos.
"Que estúpidez"
En ese momento, intervine, cansada de todos los presentes.
- Primero deberiamos citar a alguien de Imperio del Sur. Dado que el que organiza este ataque es el Imperio del Sur, deberiamos citar a alguien con una posición elevada, lo suficiente para tener infuencia sobre su Emperador.
- Entonces eso es todo con ese tema.
- Ciertamente, Majestad.
El que respondió en mi lugar fue el Conde Beilan.
- Entonces el suguiente tema...
- Escuche que pronto será su cumpleaños, Duquesa.
Me sentí confundida por las palabras que salieron de la boca del Marqués Pelain.
"¿Mi, mi cumpleaños?"
¿Cuándo era?
- También lo escuché.
- ¿Es en 4 meses, verdad, hermana?
Volví a ver a Sebastián. Y le respondí con la respuesta que esperaba
- Sí. Ese mismo día nació mi hermano, asi que será una gran fiesta.
- Esperaré ese día con ansias.
"Yo no"
Miré por la ventana que estaba en la habitación.
- Entonces se da por sentado que la reunión termina aquí.
El Emperador habló, dando fin a la reunión.
"Parece que se apróxima una tormenta", pensé.
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Mientras salia de la sala de reuniones y me alejaba de dónde estaba Sebastián, me encontré con una linda niña que parecia tener unos 17 años.
Tenía corto cabello café, y unos suaves ojos verdes.
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Queriendo escapar del protagonista masculino.
RomanceElla hará lo posible por sobrevivir. Pero ¿por qué las extrañezas continuan aumentando?