Mi Señora...
El mayordomo, que había vislumbrado el cansancio de Rose, le habló en un tono preocupado
- Si está cansada, debería tomarse un descanso...
- Tonterias.
Rose le irrumpió las palabras antes de que continuara, pero pensó para sus adentros
"Pero es verdad que estoy cansada"
Sin embargo, pronto intenté olvidarme de la sensación de estar cansada por el desgradable recuerdo que invadió mi mente.
- ¡No muestres debilidad! ¡Serás mi sucesora! ¡Si muestras debilidad, mueres! ¡Y no quiero a alguien inutil!
Fruncí el ceño ante el desagradable recuerdo que invadió mi mente, y le ordené al preocupado mayordomo
- Sal, deseo estar sola.
Vi como el mayordomo dudaba antes mis palabras, pero pronto asintió
- Si... Mi Señora.
Observé como el mayordomo hacía una reverencia y se dirigía fuera de mi estudio.
Cuando finalmente salió, me recosté en el respaldar del asiento y suspiré.
"Ah... ya ha pasado una semana, ¿eh?"
Lentamente cerré los ojos y recordé lo que pasó hace una semana.
- Yo acataré sus ordenes, Su Majestad.
El Emperador esbozó una sonrisa ante las palabras de Rose.
"Lo suponía"
Después de todo no puedes desobedecerme.
- Muy bien, Rose. Entonces... ¿cuándo lo llevarás contigo?
"Estás desesperado por deshacerte de él"
Bueno, ya que es algo que no debió existir porque su sola existencia es una deshonra.
No es como que no entienda sus pensamientos.
Pero es desagradable.
"Es irónico"
Porque entender sus pensamientos significa que tengo su misma mentalidad. Pero sigue siendo desagradable.
Pero no te satisfaceré tan fácil y rápidamente.
- Dentro de una semana, Majestad.
- ¿Qué...?
- Dije, "dentro de una semana, Majestad".
El Emperador se estremeció de vergüenza al ver como Rose le repitió exactamente las mismas palabras como si fuera un estúpido.
"¡Te atreves...!"
No. Tengo que aguantarlo. Ella aún es de utilidad.
El Emperador pensó y trató de convencerse con eso, pero, de pronto, cruzó su mirada con la de Rose.
Ante eso, Rose sonrió encantadoramente.
"¿Se ha dado cuenta?"
Incluso si es estúpido, no creo que no capte esto.
Por eso, aproposito repetí exactamento lo mismo.
- Muy bien, Rose. Haremos eso.
El Emperador se forzó a sonreir. Pero como era una sonrisa forzada, la curvatura de sus labios estaban rigidos. Rose solo continuó sonriendo encantadoramente.
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Queriendo escapar del protagonista masculino.
RomanceElla hará lo posible por sobrevivir. Pero ¿por qué las extrañezas continuan aumentando?