Queriendo escapar del protagonista masculino.

Cápitulo 12

Una vez que recibí a Sebastián, como de costumbre, me dirigí al palacio Imperial para la reunión política.

Sin embargo, ese día hubo algo diferente

- ¿...por qué estás aqui?

- Estoy por la reunión política.

- ¡Sabes que no me refiero a eso!

Ahí estaba Sebastián, sentado en uno de los asientos, justo frente a mí. Esperando como todos los demás a que el Emperador llegara y empezara la reunión.

- En primer lugar, ¿por qué fuiste a la mansión de todos modos?

- Otra vez te olvidaste...

- Ejem.

En medio de mi semi discusión con Sebastián, uno de los nobles nos interrumpió. Chasqueé la lengua internamente y no volví a hablar hasta que llegó el Emperador.

Todos nos levantamos y le saludamos. Una vez que recibió nuestros saludos nos dió permiso para sentarnos.

Y con total naturalidad se sentó en el centro. En el trono. Lo más alto.

Rose odiaba eso porque mostraba la autoridad del hombre que odiaba.

Sin embargo, normalmente le maldeciría internamente. Pero hoy era distinto.

"Rafael un día se sentará ahí. Y con ello, su heroína, Margarette, se sentará a su lado. En el asiento de la Emperatriz".

¿Cómo se vería el Emperador...

...si llegase a ver eso?

"El Emperador fue asesinado antes de que Rafael llegara al trono"

Eso es obvio, con el Emperador vivo, Rafael no hubiese llegado al trono.

La único forma de subir al trono era:

1- Que el Emperador le cediera sumisamente la posición de Heredero; el Príncipe Heredero.

Lo cual desde el principio está eliminado porque el Emperador nunca le daría a alguien de sangre sucia un puesto tan alto.

2- Que el Emperador muriera.

Que fue lo que pasó en la 'novela original'.

- Según los informes, una guerra contra el Imperio del Este se puede desatar.

Todos los vasallos del Emperador se asombraron ante eso.

- ¿Tiene pruebas tiene, Duquesa?

- Por supuesto que tengo pruebas, ¿alguna vez he dicho algo sin pruebas? No tener pruebas es lo mismo que estar mintiendo.

El Duque Beatring, que había intentado humillarme se calló ante el regreso de su reprimienda.

Le entregué los documentos que tenía a unos de los sirvientes que estaban parados para que los repartiera.

- Como se puede ver en el documento. Hay movimientos sospechosos en el Imperio del Este. Aparte del reciente reclutamiente en todo el Imperio. Además de eso, buscó al Imperio del Sur, que es conocido por darle guerra a nuestro Imperio, el Imperio del Norte, con sus armas.

- Mmm...

- ¿Que sugiere hacer, Duquesa?

- En estas circunstancias, deberíamos simplemente darles lo que ellos piden: guerra.

- No obstante - interrumpí las palabras del Duque Beatring antes de que pudiera continuar.

- No obstante eso no es posible. Se acaba de pasar por una guerra, por lo que no es posible reunir el suficiente poder militar para enfrentarnos a 2 Imperios al mismo tiempo. Peor aún si tienen una alianza.