Cápitulo 14

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La razón por la que el Emperador decidió volver a casarse fue por la insistencia de los vasallos. Por supuesto, también fue por mi gran insistencia.

Quería ver al Emperador que había perdido a su amor, volver a casarse de nuevo con alguien que no amaba.

- ...

- ¡Hermana! ¿Tú qué haces aqui?

¿Qué hago aqui? Vine para huir.

- Bueno... vine para descansar...

Rebusqué en el bolsillo de mi pantalón para encontrar el pañuelo que camino en caso de una situación asi.

Cuando lo encontré, me lo pasé por la nariz para limpiar la sangre, lo doblé y lo volví a guardar.

Luego me levanté y me dispuse a caminar para regresar al Ducado. Sin embargo, la niña me agarró la manga.

Podía simplemente ignorarla e irme, pero sentía curiosidad por lo que iba a decir, asi que me volteé para verla.

- ¿...?

Pero no esperaba encontrarme con ella con los brazos estirados en mi dirección.

"¿Qué quieres que haga?"

Estaba avergonzada por una situación inesperada. Confundida, sin saber que hacer al no saber que quería Meyling.

Ella ladeó la cabeza al ver que no hacía ningún movimiento y me preguntó

- ¿No me cargarás?

"¿Cargar?"

¿Eso quería con los brazos estirados?

"No me molesta, pero..."

¿No ocasionará problemas?

"Eso es divertido"

Me incliné un poco y cargué torpemente a Meyling y le pregunté

- ¿Dónde quieres ir?

- ¡Quiero ver la casa de la Hermana!

"¿Mi mansión?"

- No me molesta... pero, ¿estás segura?

- ¡Por supuesto!

La miré y dije

- Entonces... andando.

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¡Crack!

- ¡Oh mi!

- Dios Santo...

- ¿Qué es eso...?

- Su exelencia está...

- ¡Está cargando a una niña!

"Lo dicen como si estuvieran viendo un espectaculo"

Bueno, no me sorprenden sus reacciones.

"¿Por qué?"

Porque aquí iba yo, con Meyling en mis hombros, agarrada de mi cabello mientras yo le sostenía de los pies por temor a que se cayera.

- ¡La casa de la hermana es increíble!

"Lo es", pensé.

A decir verdad, cuando me transmigré a este cuerpo también pensé que la mansión era increíble.

- Por cierto, hermana, no me has dicho tu nombre.

- ...

No es por alardear pero...

Queriendo escapar del protagonista masculino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora